
La cebolla y el ajo sin duda son deliciosos, los perfectos condimentos para cualquier comida. Pero su rastro resulta difícil de borrar dejando un aliento muy fuerte para la cercanía tan física que requiere el sexo.
Los productos lácteos, en especial la leche y el queso consumidos en exceso pueden ocasionar molestias estomacales, pero más importante aún: hacen que los fluidos adquieran un sabor ácido. Lo mejor es mantenerlos a raya para una noche de sexo intensa y pasional.
Y un par de tragos son perfectos para relajarnos y disfrutar más del sexo, pero una borrachera épica lo dificulta todo, haciendo que el malestar se instale y que sea difícil disfrutar realmente del sexo, en especial para ellos que pueden tener muchas dificultades en experimentar una erección.
Para noches de pasión inolvidables, mejor mantener a estos peligrosos ingredientes lejos de nuestra velada.