
La aparición de La 33 en Bogotá supuso un cambio de mentalidad en el ambiente salsero pues demostraron, primero, que la salsa en onda clásica podría ser interpretada de otra forma (muchos de los integrantes de la orquesta provenían de ambientes cercanos al jazz, el punk, el ska, y el rock); por otro lado, demostraron que la autonomía era la mejor forma de encontrar nuevos púbicos; renovaron el sonido extremadamente comercial e inspiraron a otras bandas a grabar sus propios discos", explica el prestigioso periodista y melómano colombiano Luis Daniel Vega.
"La 33 es una banda de salsa de personas que vienen del rock. Antes de tocar salsa, casi todos los integrantes veníamos de tocar en bandas de rock. Por eso, creo que es una banda salsera de origen rockero, y eso se nota en la escena", sostiene Sergio Mejía, bajista, arreglador y director de la banda oriunda de Bogotá.
Las raíces sonoras del grupo remiten a los grupos de Nueva York con sonido puertorriqueño que proliferaron en los años 70. "En ellos nos basamos para construir nuestro propio estilo", explica Mejía.
Y en relación a la evolución sonora del grupo, agrega: "Digamos que a nivel de nómina hemos tenido dos cambios representativos: por un lado, la entrada de Pablo Martínez, un nuevo cantante, para Gózalo (2007), nuestro segundo disco. Y hace más o menos un año, la entrada del conguero cubano Alejandro Perez, que reemplazó a Cipriano Rojas, el conguero que estuvo en la Orquesta toda la historia. A nivel musical hemos evolucionado mucho en la calidad interpretativa de los músicos, pero a su vez, nuestro estilo se fue consolidando y sonando cada vez más propio, más original."