
En la edición centenaria, Quintana desde que vio la montaña empezó a moler al pelotón y en la etapa reina alcanzó el tercer lugar de la carrera, gracias al trabajo de Movistar, que junto al mismísimo Alejandro Valverde, se encargaron de llevar al colombiano a lo más alto del alpe francés, que a través de las 21 curvas que tiene en el ascenso, deja regados a los ciclistas y destaca a los gladiadores.
Gran trabajo de equipo, que logró llevar al colombiano hasta los últimos cinco kilómetros donde Quintana ya se defendió solo y acompañado de ‘Purito’ Rodríguez, se fue en busca de la meta. Ambos cruzaron cuarto y quinto, pero sus ganancias las vieron reflejadas en la clasificación general.
El francés Christophe Riblon logró la primera victoria francesa, luego de coronar una fuga, en la que solo subsitieron tres pedalistas.
El damnificado fue Alberto Contador, que se fundió en el último ascenso y tuvo que ser ayudado para no ‘descalabrarse’ en la general, mientras que el líder, Chris Froome, pasó un susto en plena subida, se le acabaron las fuerzas y pidió algo de alimento para lograr llegar a meta, en consecuencia no tuvo como seguir al ritmo de Quintana. Por haber recibido aquél alimento en zona no permitida fue penalizado con 20 segundos.
El líder entró un minuto y seis segundos más tarde que Quintana a la meta, pero en la general sigue conservando una buena ventaja sobre el segundo que es Contador, de 5:11. Quintana quedó a 5:32 del británico.
Quedan dos etapas de montaña y el cierre en Campos Elíseos para lograr el sueño de estar en el podio del Tour, para que Quintana, reviva el histórico logro conseguido por Fabio Parra, en 1988.
La jornada del viernes es de pura resistencia. Serán 205 km entre Bourg d’Oisans y Le Grand-Bornand con ascenso a dos puertos fuera de categoría, el Col de la Madeleine y Col Glandon y además incluye los puertos de Tamié, de segunda categoría y L’Épine y Croix-Fry, de primera categoría.