Nicolás Maduro, nuevo presidente electo de
Venezuela, heredero político del fallecido
Hugo Chávez, ha salido a hablar inmediatamente después de conocerse su victoria electoral.
Maduro ha hecho un discurso en el que ha reivindicado una y otra vez el legado de
Chávez, al que se ha referido con palabras sacralizadoras
-“El Cristo Redentor Amado”, le ha llamado-, y en el que no ha cambiado su discurso de confrontación con la oposición.
“Es la primera vez que el gigante no compite”, ha dicho Maduro recordando a Chávez, “y ahora su hijo demostrará de lo que es capaz para este país”. El comandante, según las palabras de Maduro, “sigue bendiciendo a su pueblo”.
El sucesor de
Chávez, que desde la muerte del comandante había detentado el cargo de presidente transitorio, ha dicho que ha hablado por teléfono con el candidato opositor,
Henrique Capriles. “
Él me transmitió su visión. Yo le transmití la verdad”, ha señalado
Maduro desde un balcón del
Palacio de Miraflores (sede del Gobierno venezolano) ante miles de sus seguidores.
El nuevo presidente ha ganado los comicios por un margen muy estrecho, menos de 300.000 votos. En su alusión a la conversación con Capriles ha afirmado que el opositor le ha dicho que tenía que pensar cuál sería su postura ante el resultado, dando a entender que se resiste a aceptar su derrota. Después del discurso de Maduro, Capriles ha comparecido y no ha acatado los resultados: "Señor Maduro, si usted ya era ilegítimo, ahora es ilegítimo de verdad", ha declarado el opositor.