
Explicó que el cierre actual, a las tres de la mañana, "es algo perverso", pues dijo que "ahora estamos arrojando a la calle a más de 50.000 personas de la zona de rumba a las tres de la mañana, hora en la que se enfrentan a riñas, atracos y falta de transporte seguro".
Eso no sucedería con la gradualidad que significa extender el horario, pues no todo el mundo saldría a las seis de la mañana, sino que lo hará a lo largo de la madrugada, anotó.
También dijo que de esa manera se ayudaría a acabar con los amanecederos ilegales.