
Es un tributo del 1,5% que se cobraría en cada transferencia, movimiento o transacción a través de estas plataformas. Como lo indica el documento hecho por la cartera gubernamental, este tributo no aplica para todas las personas o entes que realicen pagos por estos medios de pago electrónicos.
Esta propuesta trae consigo preocupación y cierta incertidumbre en diferentes sectores de la economía, por las repercusiones que podría tener. En primera instancia, podría disminuir el uso de estos canales digitales y aumentaría el efectivo como recurso para hacer compras, pagar facturas, realizar abonos de créditos, entre otros movimientos.
Como lo indicó el borrador, el tributo no rige para todas las personas, sino que va dirigido principalmente a empresas, microcomercios y compañías que reciban transferencias por Bre-B o billeteras digitales. Las personas naturales que sean responsables del IVA también se involucran dentro de esta propuesta que ha sacado distintas reacciones.
La mayoría de personas sienten desazón y cierta incertidumbre, ya que si se aprueba este impuesto podría derivar en el consumidor final. Esta iniciativa del gobierno sigue en estudio y en las próximas semanas se conocerá si se aprueba o se declina la proposición.
Le recomendamos: ¡Ojo, no se deje estafar! Así puede verificar si un comprobante de Nequi es real en la app
La retención del 1,5% que plantea el gobierno se puede explicar más sencillo bajo el modelo 15×1000. Es decir que por cada 1.000 pesos dentro de una transferencia se cobran 15 pesos como lo sugiere el proyecto de ley. A continuación le presentamos la fórmula para que calcule cuánto sería el costo de una transferencia si aprueban este tributo:
Monto de la transferencia x 0,015 = valor del cobro
En este caso, si usted realiza una transacción por un valor de $1 millón de pesos, debería pagar $15.000 pesos de impuesto. Conforme sea más costosa la transferencia, así mismo es el valor del tributo que paguen los agentes a quienes iría dirigido el impuesto.