
Las versiones indican que la mujer aprovechó la ausencia del encargado del cementerio, quien se encontraba incapacitado y decidió quitar la lápida, sacar el ataúd y abrir la tapa para ‘despedirse’ del joven fallecido.
Personas que residen cerca al cementerio pusieron en alerta al trabajador del cementerio, y este llegó rápidamente al lugar, donde encontró la insólita escena que aun mantiene en consternación a los habitantes de Landázuri, Santander.
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“Mamita, ¿por qué hizo eso? Usted no podía abrir ahí. ¿Quién le dio permiso? Yo estaba incapacitado, pero eso es un delito. Yo estaba enfermo y usted no podía hacer eso”, le dijo el sepulturero a la mujer que parecía no importarle lo que había hecho.
Posteriormente, se conoció que los familiares del joven fallecido también llegaron al lugar y tuvieron una confrontación con la mujer. La situación se escaló al punto de que uno de los familiares del joven habría amenazado a la mujer con un arma cortopunzante, aunque al parecer, no hubo agresión.
La Policía llegó hasta el lugar y se llevó la profanadora esposada. El sepulturero volvió a meter el ataúd y a sellar la bóveda. El joven Diego Expedito Moreno Rojas fue asesinado en el municipio de Cimitarra, al parecer, después de una riña en el parque principal. Habría recibido una herida con arma blanca en el tórax y su entierro fue el pasado 24 de julio. Se desconoce qué tipo de relación sostenía con la profanadora de su tumba.
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