Así se elegirá el nuevo papa sucesor de Benedicto XVI

Tota

Desde el momento de la salida de Benedicto XVI, la elección del nuevo pontífice durará alrededor de 20 días. El nuevo Santo Padre debe ser votado por al menos dos tercios de los cardenales bajo el máximo hermetismo.

Cuando el 28 de febrero Benedicto XVI deje su cargo, la Iglesia Católica ingresará en el periodo de ‘Sede Vacante’, un tiempo tras el cual se elegirá el nuevo pontífice.

Según establece la tradición, los electores se reunirán en el cónclave, que es la reunión que celebra el Colegio cardenalicio de la Iglesia Católica Romana para elegir a un nuevo Obispo de Roma. El lugar de la elección es la Capilla Sixtina, donde los cardenales electores se reúnen en condiciones de reclusión y máximo aislamiento del mundo exterior, para evitar intromisiones de cualquier tipo.

El proceso establece que los cardenales tienen expresamente prohibido presentar su candidatura o hacer propaganda a su favor, aunque sí se permite buscar el apoyo de terceros.

La forma de elección es a través del escrutinio, desde que Juan Pablo II abolió la posibilidad de hacerlo a través de la aclamación o el compromiso. Pese a que en un primer momento se requería la mayoría simple de votos, en 1996 Juan Pablo II restauró la mayoría de dos tercios, pero no la prohibición del auto-voto.

También con el transcurrir del tiempo hubo modificaciones en las condiciones que debían cumplir los cardenales para poder votar. En 1970, Pablo VI reservó la condición de elector a los menores de 80 años, y fijó un máximo de 120.

En 2003, el por entonces papa Juan Pablo II creó 31 nuevos cardenales, y elevó el número de electores teóricos a 135. Tras los últimos nombramientos efectuados en 2010, se estima que habría unos 121 prelados que cumplen las condiciones para ser electores.
 

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