Grandes figuras de la música tradicional de Santiago de Cuba, como El Guayabero, Agustino Lamas, Machado Solórzano o María Ochoa, colaboran en este álbum, con un recuerdo muy especial a Pancho Cobas, quien en 1939, en tierras santiagueras, fundara el Cuarteto Patria, que desde entonces ha mantenido viva la llama del son.
Eliades Ochoa, ganador de un Grammy en 1998 con «Buena vista social club», el disco cubano más vendido en todos los tiempos, recupera en este disco la música cubana tradicional de las primeras décadas del siglo, canciones de los años 20, 30 y 40 olvidadas incluso en Cuba.
«Sin embargo -continuó- las compañeras Lidia Fernández y Griselle Sande fueron más ambiciosas e hicieron de este proyecto un disco tributo al Cuarteto».
Temas casi olvidados como «No quiero celos», «Clara bella», «Si sabes bailar mi son», «Que murmuren» o «Yiri yiri bon» están incluidos en este álbum, dijo el guitarrista y cantante, que quiere «hacerse médico de las canciones enfermas».
Para Eliades Ochoa «la música tradicional cubana está salvada, no sólo por el trabajo del Cuarteto Patria, sino porque muchos grupos jóvenes están haciendo esta música».