Eterno el niño bonito

Tota

A casa llena, y tras verse en la obligación de posponer su concierto a raíz del accidente que sufriera recientemente en Venezuela, Ismael Miranda logró presentarse con éxito el pasado sábado en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré.

El espectáculo, que llevó por título Vengo con todo, dio inicio con el tema Trayectoria, mientras se presentaban en pantalla momentos significativos de la vida del cantante.
Dirigido por Luis García, el espectáculo -que se extendió por dos horas- prosiguió con el tema María Luisa.

Ismael, quien se confesó como un «guerrillero de la música», interpretó también Pregúntame cómo estoy y acompañado de Grupomanía dio paso a Ahora es que estoy sabroso, merengue que había grabado hace un tiempo atrás.

Como parte del repertorio incluyó además el tema Somos amantes, de su nueva producción, y recordó sus primeros pasos en la música rock e interpretó un medley de boleros.

Después vino uno de los mejores momentos de la noche, cuando Julio Axel Landrón le hizo un despojo al «niño bonito» por todo lo que había vivido en los pasados meses.
En diálogo con su público, el artista destacó que de todos los compositores a los que le ha grabado, Tite Curet Alonso es su preferido.

Con No me digas que es muy tarde ya y Señor sereno cerró el concierto. Una vez más, Ismael demuestra que su voz está intacta, como en sus mejores tiempos.

Entre el público, se encontraban disfrutando Cheo Feliciano, Domingo Quiñones y Chucho Avellanet.