Latinos hacen historia en Nueva York en evento benéfico por víctimas

Tota

Miles de latinos abarrotaron el domingo en la noche el recinto del Madison Square Garden de Nueva York, en un evento benéfico que recaudó $402,590 dólares para los familiares de las víctimas de los ataques terroristas contra las Torres Gemelas y del vuelo 587 de American Airlines que se estrelló el mes pasado.

El dinero se entregó a Lorraine Cortés-Vásquez, presidenta de la Federación Hispana, la organización latina más importante en esta ciudad y que brinda servicios a la comunidad a través de las más de sesenta entidades que la integran.

El concierto «Hispanos Unidos por Nueva York» unió bajo la bandera de la solidaridad a una constelación de estrellas, que brindaron su arte de forma gratuita, según informó la Spanish Broadcasting System, cadena de emisoras de radio propiedad del cubano Raúl Alarcón, que organizó el evento.

Entre las estrellas destacó la participación del famoso cantautor dominicano Juan Luis Guerra, quien hacia siete años que no se presentaba en concierto en esta ciudad.
Guerra, que fue recibido con el público puesto de pie, en una de las ovaciones más prolongadas de la noche -la otra fue para el salsero Marc Anthony-, dijo que a pesar del temor que sintió por todo lo que acontecía, respondió con un «si» cuando se requirió su aportación.

«Este año ha sido muy fuerte para nosotros (los dominicanos) y para ustedes, hemos vivido muchas tragedias», fueron las primeras palabras del artista.
«Fue un momento fuerte (cuando recibió la llamada para cantar en el evento) porque llegué a sentir temor, llegué a sentir miedo», dijo el intérprete de Ojalá llueva café, uno de los temas que ofreció al público.

No obstante, «les dije que tenemos que tener fe y les hablé de que realmente estamos pasando el Niágara en bicicleta» dijo al referirse a uno de sus éxitos de crítica social ante las dificultades económicas que afronta su país.
Contrario a otros artistas, Juan Luis Guerra se presentó con su grupo y el primer tema que interpretó fue Visa para un sueño, seguido por El Niágara en bicicleta y terminó con una alabanza a Dios, tema escrito especialmente para esta ocasión.

De Pedro Navaja a Feliz Navidad
El espectáculo comenzó con el artista cubano Jon Secada, seguido por el colombiano Charlie Zaa, cuya presentación tuvo gran acogida por el público, al que deleitó con los boleros de su nuevo disco así como con su éxito La pollera colorá, acompañado por un grupo de bailarines.

Los puertorriqueños Carlos Ponce y Olga Tañón también dijeron presente en el evento, en el que además se rindió homenaje a los bomberos, policías y personal de Emergencias Médicas, que se han convertido en los héroes de esta ciudad durante los pasados tres meses por sus esfuerzos en ayuda a las víctimas de las tragedias.

El mexicano Alejandro Fernández fue recibido entre eufóricos gritos de sus admiradoras, que le regalaron rosas y no dejaban de vitorear al guapo cantante, que interpretó varios temas acompañado de un mariachi, entre éstos su nuevo éxito Tantita Pena.

De México también dijeron presentes José José y Thalia, que llegó con su Arrasando y Amor a la mexicana.
El salsero panameño Rubén Blades comenzó su presentación con Patria que dedicó a «la inmortal ciudad de Nueva York» y «encendió» al público con su Pedro Navaja, que hizo que muchos asistentes comenzaran a bailar.
El colombiano Carlos Vives también consiguió que miles de hispanos en la sala de espectáculos más grande del mundo continuaran contorneando sus cuerpos y cantando junto a él sus éxitos La gota fría y Fruta fresca.

También interpretó Déjame entrar, tema que da título a su nuevo disco, que promociona en esta ciudad.
José Feliciano alegró la noche con su Feliz Navidad y mientras lo interpretaba llovía confeti blanco sobre el público, que se unió al artista en este tema.
El cierre espectacular de la noche estuvo a cargo de Marc Anrhony que, con la energía que lo caracteriza, recorría el escenario de un lado a otro, mientras el público gritaba eufórico y le aplaudía sin cesar.

Mientras se aguardaba por la estrella hispana, su rostro apareció en las gigantescas pantallas que hay en el Madison, y eso fue motivo para la histeria total de sus seguidores, que a pesar de lo tarde de la noche, no se movieron de sus asientos.

Marc Anthony, que interpretó cinco temas y entre ellos Nadie como ella», miraba emocionado al público, se arrodilló en el escenario y se inclinó ante los espectadores, para luego besar la tarima a la vez que las miles de personas continuaban ovacionándolo.