Noche irrepetible con Blades

Nueva York – El deseo de actuar en el Teatro Apollo se convirtió para Rubén Blades en una realidad que resultó en una noche irrepetible, en en la que complació a sus fieles seguidores como él sólo sabe: con ese estilo único, aprovechando los temas actuales para desde su posición de cantante protestar por las injusticias sociales y defender la paz.

Acompañado por una orquesta de 11 músicos y con el puertorriqueño Jimmy Bosch como artista invitado, Blades apareció sin anuncios protocolarios después de una introducción musical. El cantautor y actor hizo gala de estos títulos y seleccionó temas viejos de su extenso repertorio, dramatizando la mayoría de éstos.

Vestido de negro, con una camiseta en la que estaba impresa una cruz blanca, con sombrero, lentes oscuros y su nuevo “look” (una barba que deja ver algunas canas) apareció el artista panameño en el escenario y lo primero que hizo fue arrodillarse y hacer la señal de la cruz. “¡Estoy en el Apollo en Harlem y me siento orgulloso!”, dijo, y de inmediato comenzó con una canción dedicada a Panamá: La rosa de los vientos, en la que recorre algunos de sus paisajes. Luego, tuvo palabras de recuerdo para Tito Puente. Después, anunció el tema que cantaría y al turbarse un poco pidió disculpas diciendo que no había guión y que sería muy bueno que la próxima vez hicieran uno.Estos detalles espontáneos fueron los que hicieron la velada tan especial. El artista y su público en unidad: el primero, cantando en su estilo de salsa-protesta por las miserias e injusticias de la sociedad y rogando a Dios para que todo cambie; el segundo, una gran familia, sus admiradores, premiando su trabajo con largos aplausos.Cada canción fue presentada de manera singular. Llegó un momento en que si importante era escucharle cantar, también lo eran los mensajes que llevaban sus diálogos con el público.

“Esta canción se la dedico al presidente de los Estados Unidos, a Al Gore… ahí va mi tarjeta verde” -dijo con gracia- “en Latinoamérica sí sabemos de fraude”. Entre canción y canción continuó el diálogo. En un momento se quitó el sombrero para hacer homenaje a los bomberos que murieron en acción: “Fue el Día de los Padres. Dejaron la mesa puesta y a su familia para ir a cumplir con el deber que terminó con sus vidas. Que Dios los cuide”.Solidario con Vieques”De todo se aprende en la vida”, dijo. “Yo siempre, desde 1980, he estado pendiente de la causa de Vieques y deseo para los viequenses la paz.

Que la Marina cese los bombardeos y que el pueblo decida su futuro. Yo apruebo lo que ellos decidan”. Luego, señaló: “Aquí se encuentran algunos amigos músicos y yo quiero que baje (se encontraba en un palco) Ralph Irizarry de El Seis del Solar”. Una vez que este estuvo a su lado, comenzó a cantar Juan Pachanga.Muchos de los presentes que hasta ahora se habían contenido se pusieron de pie y comenzó el baile. Irizarry, maestro en percusión, regresó para también acompañarle en Pedro Navaja. Pero, ante el reclamo del público, que en medio de aplausos repetía su nombre, Blades tuvo que retornar al escenario junto a Irizarry y el grupo Editus, e interpretó Plástico y Muévete.