Tributo al Niño Bonito

Tota

ISMAEL MIRANDA es el artista que mejor simboliza la explosión salsera de los 70. Y en reconocimiento a su 35 aniversario de carrera artística, el cantante aguadeño fue homenajeado ayer en la Cámara de Representantes.

Su aportación al género como cantante estelar de la Orquesta Harlow y como solista es indiscutible.

Con Harlow, Miranda integró uno de los binomios más excitantes del género. Tributo a Arsenio, en homenaje al tresero cubano Arsenio Rodríguez, es una de sus obras maestras. Su aplaudida y fructífera relación con Harlow le mereció ser reclutado como una de las voces estelares de las Estrellas de Fania.

Y como solista, a partir de la organización de su Orquesta Revelación, se consolidó como la figura salsera mejor cotizada de la década del 70. Ismael siempre se preocupó por proyectar una imagen impecable y por grabar música de calidad, tanto en la salsa como el bolero. Pero, seguramente, el mérito más grande de su trayectoria es que siempre se ha preocupado por ser un buen ejemplo para la juventud..

Los representantes Epifanio Jiménez, Tony Méndez, Tony Valera, Severo E. Colberg Toro, Néstor Ferrer, y el propio presidente cameral, Carlos Vizcarrondo, hablaron de las gestas musicales del «Niño Bonito», pero coincidieron al resaltar las cualidades humanas de quien el mes pasado casi pierde la vida al ser arrollado por un auto en Caracas.

Mientras, Miranda, quien asistió a la ceremonia junto a su esposa Janice Valle, se comprometió a continuar representando con respeto y dignidad al pueblo puertorriqueño. «Yo me he sentido profeta en mi tierra.

Sólo le pido a Dios que me dé vida para representar a mi tierra como mi tierra se merece. Siempre haré lo posible por poner el nombre de Puerto Rico en alto».