A ésta le siguió el Cuento de la ratita, en la que su padre y también corista, Lorenzo Ruiz, tiene una participación activa haciendo los ruidos de diferentes animales. De inmediato, puso a todos de pie y a aplaudir al cantar De pata negra, que cuenta la historia de su primera visita a Madrid. Ese dicho español, explicó Melody, se utiliza para hacer referencia a algo “de caché”.
“Ya estamos aquí. Ustedes sois como mi familia, me habéis dado mucho cariño y me los voy a llevar en el corazón”, dijo Melody a los presentes, que la acompañaron por una hora y quince minutos en los que demostró sus habilidades para el canto al interpretar casi todos los temas de su primer disco, De pata negra.
La cantante española de 12 años también cantó un pegajoso “medley” que incluyó el famoso tema Bamboleo.
Durante su segunda y última presentación en la isla, Melody hizo un despliegue de sus dotes como bailarina con coreografías llenas de movimiento no sólo de las caderas, sino de todo el cuerpo, que ya se va pareciendo más al de una adolescente que al de una niña.
La sencillez, tanto en el juego de luces como en el escenario, predominó en el montaje de este concierto, que forma parte de su gira para promocionar su primera producción discográfica.
Como era de esperarse, la interpretación de El baile del gorila fue el momento cumbre del concierto. Un gorila rosa y otro verde acompañaron a Melody en el escenario a mitad de concierto y al final del mismo, cuando volvió a cantar el tema que la lanzó a la fama internacional.
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