Emilio Estefan combina la diplomacia con la música

Tota

Cuando el productor musical cubano americano Emilio Estefan comenzó su carrera con el Miami Sound Machine a principios de los 80, nunca se imaginó que la música lo llevaría a ocupar un lugar en el gabinete de Estados Unidos.

Estefan, junto con otras 32 personalidades, fue elegido en fecha reciente por el presidente George W. Bush, como miembro de un comité de asesoramiento cultural de la presidencia.

El productor ha tomado su papel en serio. Emilio asistió el jueves pasado a la toma de posesión del presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, a la que viajó representando a Estados Unidos, su país adoptivo.

«Como nací en Cuba -de donde sus padres salieron para exiliarse en Estados Unidos- me siento emocionado al ver como un país regresa por los caminos de la democracia, porque pienso que eso puede pasar también en Cuba», afirmó Estefan a su regreso a Miami.
Estefan indicó que «Nicaragua es un país que pasó por un proceso comunista y ha sabido salir democráticamente de ese sistema».

El productor se encuentra «feliz» por la encomienda que le ha dado el presidente Bush, pero reconoce que «no le gusta la política», a pesar de que su país de origen siempre está en el ojo de la controversia por su sistema de gobierno.
Como quiera, el productor está en una posición privilegiada para desarollar su nueva encomienda, pues en los negocios se ha sabido manejar y sus finanzas son bastante saludables.

El «imperio» que controla en Florida se calcula tiene un valor de 650 millones de dólares, según informes de prensa.
Emilio, junto con su esposa la estrella del pop Gloria, manejan la empresa Estefan Enterprises, que incluye estudios de grabación, gerencia de talentos, producción musical, hoteles, restaurantes, bienes raíces, autoría musical y producción de cine y televisión.