Adiós a Tite con música y controversia

Tota

A pesar de que se distinguió por ser un hombre de paz, la controversia acompañó a Catalino “Tite” Curet Alonso hasta la tumba.

Desafortunadamente, el entierro de uno de los más grandes compositores que ha dado esta tierra, en el que debió haber reinado la espiritualidad, la poesía y la música, se vio deslucido por la falta de organización y los “tirijalas” asociados a la situación legal que él enfrentó hasta sus últimos días por las regalías de sus canciones.
Noel Cruz estuvo a cargo de dirigir la despedida del sepelio, que se extendió por más de una hora bajo un calor implacable que no impidió que cientos de amigos, colegas y admiradores de Tite lo acompañaran, junto a su familia, hasta su última morada en el cementerio María Magdalena de Pazzis del Viejo San Juan.

Un letrero que leía “ACEMLA, BMI: Negro que muere llorando no perdona, Puerto Rico”, portado por una fanática del “Decano de la Salsa” -que miembros de la primera casa editora intentaron acallar-, fue sólo una de las muestras del pueblo, que no perdió esta oportunidad para mostrar su indignación ante la polémica por los derechos a regalías.
PERO PARA sorpresa de muchos, Raúl Bernard, director de ACEMLA, tuvo su oportunidad de expresarse en el sepelio.
Bernard dijo que “el silencio de Tite fue su mensaje más explícito”.

Por su parte, la hija del compositor, Hilda de los Angeles, ripostó visiblemente molesta.
“Aunque respeto las diferentes opiniones, tengo derecho a estar en desacuerdo cuando se dice que lo mejor que hizo mi padre fue guardar silencio. Eso no es justo”, sostuvo.
El duelo pareció celebrarse en dos ceremonias diferentes: una oficial y otra por los pleneros que prefirieron cantar y tocar antes que escuchar los discursos, algunos con los que, evidentemente, no estaban de acuerdo.

El descontrol se apoderó del lugar cuando el licenciado Vitín Ramos, amigo personal del difunto, se desmayó mientras agradecía al público a nombre de la familia.
Ramos se recuperó tras ser atendido por personal de emergencias médicas.

Pero también hubo momentos sublimes en el sepelio de Tite, a quien muchos describieron “como un hombre del que nadie tenía nada malo que decir”.

Uno de ellos ocurrió cuando Tony Croatto interpretó sumamente emocionado Caminada, la última composición que recibió del maestro y que él le devolvió como un homenaje.
LOS PLENEROS también guardaron silencio cuando Cheo Feliciano le cantó con un sentimiento contagioso “a su padre artístico” algunas estrofas de Los entierros, cuya letra cobró ayer su mayor sentido.

El padre Ricardo Gerena, el reverendo Heriberto Núñez, Tommy Olivencia, Richie Viera, Jerry Rivas, el ex alcalde de San Juan Héctor Luis Acevedo; William Cepeda, Rafael Ithier, Rubén Blades, Willie Rosario, Roberto Roena y Charlie Aponte, entre otros, fueron sólo algunos de los que asistieron al cementerio para despedirse del que en vida fuera su amigo.