Artistas independientes, una realidad a duras penas
La realidad que confrontan muchos, no obstante, se aparta bastante de este modelo romántico. Pronto se percatan de que conseguir esa cita con un productor famoso, o con ese sello de música tan popular, es un sueño bastante ingénuo.
Algunos con el tiempo desisten. Otros, se aferran a su empeño y sin el respaldo de una compañía importante se lanzan a la competencia solos, logrando vivir de su música como artistas independientes o indies, como se les conoce en la industria.
El concepto es tan antiguo como la industria musical misma. Ganadores del premio Grammy, como Bacilos y bandas exitosas de rock como Circo, nominados para ese premio en la versión en español, son algunos de los que comenzaron su carrera a duras penas y pagaron de su bolsillo para abrirse paso en la escena musical hasta eventualmente recibir la atención de una multinacional.
Otros no han tenido los resultados que esperaban con las grandes disqueras y han optado por seguir independientes, cosechando más dólares de esta manera. Entre ellos Willy Chirino y Fulano. Sin embargo, la mejor representación es el grupo Lívido, de Perú. Como independientes han vendido una cifra récord en su país de origen de 40,000 discos.
El mercado independiente latino es grande, pero abarca espacios geográficos reducidos. Es decir, es principalmente un mercado local donde el artista se presenta en clubes, restaurantes y actividades. Precisamente en lugares donde los que están representados por una multinacional no van.
Cada país tiene su mercado y cada uno es distinto al otro.
El mercado indie latino más saturado y más desarrollado es el del rock en español. Son pocos los mariachis, grupos folcklóricos, merengueros, o salseros que pueden mercadear su producto fuera de su patio sin la intervención de una firma disquera. Sin embargo, los grupos de rock abundan en América Latina y el Caribe. Esto facilita que, dentro de este género, sea posible darse a conocer en mercados fuera del local, inclusive en plazas en los Estados Unidos.
El éxito de un artista independiente depende de varios factores que tienen que producirse simultáneamente. El más importante es tener donde actuar con frecuencia para mantener su vigencia.
´´Tienes que ser consecuente en lo que haces, mantener un ritmo de presentaciones que te ayuden a mejorar y a la misma vez, crear una movida en torno a ti, un following (seguimiento) que te cree público´´, añadió Fernández.
Un ejemplo del éxito de esta estrategia lo es el grupo Bacilos, que ahora goza del respaldo de una multinacional.
Es indispensable, además, que el artista indie cuente con un disco y un vídeo.
Un disco y un vídeo son utensilios que, por obligación, un indie debe tener, aunque es probable que un gasto más que una fuente de ingreso.
´´De nada sirve tener una buena presentación en vivo si luego, cuando la gente quiere el disco, no se tiene´´, dijo Fernández, y explicó que la grabación sirve para atraer a presentaciones en vivo a los que la han escuchado. También da un toque de profesionalismo y seriedad al artista.
El vídeo, por otro lado, viaja por el artista y, potencialmente, le abre puertas en nuevos mercados.
Irónicamente, mientras que el negocio de bajar música de Internet le ha ocasionado pérdidas a los gigantes de la industria disquera, el indie se ha beneficiado, proveyéndole un vehículo poco costoso para darse a conocer mundialmente.
Estar en una disquera es una ventaja, pero no una garantía. Muchos artistas apenas hacen un primer disco.
´´Cuando un independiente logra resultados positivos [con una multinacional] es porque, en definitiva, ya cuenta con un público que ha hecho de él su favorito´´, apuntó Gustavo Menéndez, productor de discos independientes.