La radio lo suena con insistencia y sus seguidores lo disfrutan. Además, están de pláceme porque no sólo se conformarán con escucharlo, sino que el cantautor argentino anuncia su primer concierto para los dominicanos, pautado para el 15 de junio en el hotel Jaragua, donde presentará ‘‘Un mundo diferente’’.
‘‘Estoy muy contento de ir por primera vez a República Dominicana, la tierra de Juan Luis Guerra, que es realmente un cantautor que me gusta muchísimo’’, fueron sus primeras palabras por la vía telefónica desde Buenos Aires.
Ya que mencionó a Juan Luis, la pregunta ¿le gustaría grabar con él? era de rigor. ‘‘A mí me encanta Juan Luis Guerra, me parece un gran cantautor, aunque no he tenido la suerte de conocerlo; ojalá que si está ahí nos podamos cruzarnos y conocernos; para mí sería un gusto cantar con él’’.
El artista tiene la idea de que este es ‘‘un país de salsa, pero que le gusta mucho el pop y sabía que muchas canciones mías vienen escuchándose desde hace mucho tiempo, así que estoy contento de ir y presentarme ahí con mis músicos, presentando no sólo Un Mundo Diferente, sino canciones de otros discos’’.
Con un show de casi dos horas, acompañado de diez músicos, Torres promete un paseo por sus grandes éxitos, entre ellos ‘‘Penélope’’ (de Joan Manuel Serrat), su carta de presentación por estos lados del Caribe.
‘‘Un mundo diferente’’ tiene los sonidos y los colores de la esperanza, sobre todo en estos tiempos en que la palabra crisis retumba desde las Antillas hasta la Patagonia.
‘‘Todos los que vivimos en Latinoamérica sufrimos los problemas que esta región tiene y creo que las posibilidades de hacer música ayuda a darle un contenido, a darle algo más que simplemente canciones; el disco ha repercutido en la gente porque tiene un lindo mensaje, buenas letras, y creo que ayuda a la gente’’, comenta.
Su reciente producción musical, realizada por el colombiano Kike Santander, cuenta de 13 cortes y fue nominada al Grammy, aunque no ganó, lo que toma con calma porque existen cosas más importantes en su vida como músico que un premio.
Para él, ‘‘Un mundo diferente’’ consolidó su trabajo musical y no se atreve a catalogarlo de ‘‘más importante’’. Prefiere enjuiciarlo como sucesión de cada uno de los trabajos anteriores.
‘‘Cuando uno se plantea una carrera es así, es a largo plazo, es con disco y es con otro y este disco consolidó el trabajo intenso que uno venía haciendo antes’’, señala.
A Torres se le nota satisfecho del sonido pop latino que lo marca y que lo diferencia por su notable acento del tumbao y la salsa, mezclados con tonadas españolas del inconfundible flamenco.
‘‘A mí me gusta mucho la fusión y me parece que enriquece mucho, es parte del sonido de esta época actual, de poder viajar, de poder conectarse con otras músicas y de transmitir a través de lo que uno hace’’, refiere.
Sobre los nuevos valores del canto que saltan al mercado salidos de los concursos al estilo ‘‘Operación triunfo’’, Torres se manifiesta benévolo con sus palabras: ‘‘Es buen punto darle esta oportunidad a chicos que no pueden de repente grabar, es una experiencia distinta, lógicamente a la cual uno hizo; tiene que ver con un momento de la televisión importante’’.
Según sus palabras, lo más difícil vendrá después que se lanzan como solistas. ‘‘Tendrán que hacer un trabajo muy duro para seguir adelante y plantearse una carrera más allá de estos fenómenos que provocan la televisión’’.
COMO ACTOR
Diego Torres acaba de participar en la película ‘‘El juego de Arcibel’’, de Alberto Lecchi, estrenada la semana pasada en Buenos Aires. La crítica ha sido despiadada con el rodaje.
Según la prensa, unir al cantante Diego Torres, al chileno Alejandro Trejo y al protagonista de la reciente película de Pedro Almodóvar (‘‘Hable con ella’’), el actor Darío Grandinetti, no salvó ‘‘El juego de Arcibel’’ del maltrato que recibió de una parte de la prensa argentina.
El diario Clarín, por ejemplo, le otorgó el peor calificativo que sus cronistas le otorgan al cine: mala.
‘‘Es una película desangelada, chata y sin vida, que toda la meditación trascendental del mundo no conseguirá explicar’’, escribió el comentarista de cine Diego Lerer.
Para el periodista, el filme está ‘‘siempre a punto de convertirse en una parodia de sí misma’’. A la hora de la entrevista estos juicios aún no habían salido a la luz pública y Diego Torres se refirió a su papel con satisfacción y, sobre todo, por lo que representa para América Latina.
‘‘Necesitamos generar un cambio, una revolución ideológica, de cultura… Y esta película en particular tiene mucho que ver con Latinoamérica, pues a través de la ficción juega con cosas de la realidad y habla de nuestra historia
latinoamericana, de nuestras situaciones sociales, de la opresión de ciertos sistemas de dictadura, de los ideales, de esa esperanza de cambio, de esa revolución interna que uno desea para que las cosas cambien’’.
Diego se confiesa un amante del cine y entiende que el cine latinoamericano tiene mucho que dar. ‘‘Una región que hable el mismo idioma se tiene que empezar a comunicar más, tenemos que empezar a ver más películas de un lado y de otro’’.
¿Y Hollywood te ilusiona? fue otra de las preguntas. ‘‘Sinceramente, por ahora no lo pienso, no lo veo, me parece que todavía me queda un camino muy largo por recorrer dentro del cine; esta es mi primera película a nivel regional, donde se va a ver en diferentes países, en España, y las cosas hay que ir de a poco, ¿no?’’.
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