Exitosa jornada salsera , de la Puerto Rico All Star

Tota

La Puerto Rico All Stars satisfizo las expectativas de los salseros que el viernes asistieron a su concierto en el Anfiteatro Tito Puente. Previo al espectáculo, el arreglista y trombonista Rafy Torres manifestó que las horas de ensayo eran insuficientes y que el éxito de la jornada dependía del entusiasmo, la adrenalina y el compromiso de los músicos.

Y, ciertamente, la orquesta dirigida por el trompetista Elías Lopés libró su encargó con honores, deleitando a la grey salsera con una ejecución correcta y bien acentuada de los arreglos de los discos Puerto Rico All Stars, Los profesio-nales y Tributo al Mesías.

El medley instrumental de los éxitos de Bobby Capó y Rafael Hernández fue su carta de presentación y, aunque la lectura de los arreglos de Despierta boricua y Quién dijo miedo resultó errática, la orquesta calentó los motores, haciendo partícipe al público de una de las veladas salseras más explosivas celebradas este año en San Juan.

Por el escenario desfilaron cantantes como Primi Cruz, Dárvel García, Papo Sánchez, Sammy González, Luisito Carrión (en sustitución de Marvin Santiago, quien sufrió un infarto), Tito Allen, Luigi Texidor, Paquito Guzmán y Andy Montañez. Pero, el manjar de la velada, fue el extraordinario despliegue orquestal de la Puerto Rico. La sección de me-tales reunió a músicos de la veteranía y el virtuosismo de Ray Torres, Eliut Cintrón, Elliot Feijóo, Charlie Sepúlveda y Juancito Torres, entre otros.

En el ritmo, el timbalero Endel Dueño fue el solista más destacado de la velada, enloqueciendo al público con sus solos al igual que Manolito González, el pionero de las descargas de cencerro en la música afroantillana.

Igualmente es digno de mención el pianista Luis Marín, quien hizo galas de su dominio de las octavas con una rica improvisación en el tema Justicia.

Fueron casi tres horas de pura salsa. En el orden del repertorio se reservó un lugar para el folclor cuando Sammy entonó la Bomba del corazón de Eddie Palmieri. A mi manera, de la época de Pellín y Andy en El Gran Combo, unió en una nostálgica y expresiva interpretación del bolero con montuno al Niño de Trastalleres y a Paquito Guzmán, la primera voz de un coro integrado por Darvel, Primi y Sammy que evocó los tiempos en que los cantantes de la Fania se acompañaban entre sí.

Lamentablemente, nunca falta una nota discordante. Y, al final de la función, Andy Montañez dijo que el fruto de las horas de ensayo de la Puerto Rico All Stars era evidente e indiscutible. Entonces, sin encomendarse a nadie, le solicitó a la concurrencia que abucheara a este redactor. Afortunadamente, salimos ilesos del anfiteatro Tito Puente…