“Los latinos en Estados Unidos deben dejar de comportarse como si fueran tribus para vivir como una gran familia”, dijo Blades en una conferencia de prensa en Perú.
Blades, que aspiró a la presidencia de Panamá en 1994 sin éxito y lleva aún una vida política activa, aseguró que volverá a vivir en su país luego de 30 años para pasar más tiempo con su anciano padre y sus amigos, pero también para asumir cualquier cargo público que se le ofrezca.
Tras recordar su participación en muchas películas, Blades resaltó la urgencia de apoyar producciones en idioma español.
“¿Si en Hollywood se les ocurre hacer una película sobre Simón Bolívar y montan en un caballo al ahora gobernador Arnold Schwarzenegger, le ponen patillas y le dan una espada como en Conan (…) de quién es la culpa? Pues
de nosotros, por no hacer esa película en español”, afirmó el cantante.
Blades, quien recientemente recibió el Grammy Latino al Mejor Album Tropical Contemporáneo por su disco “Mundo”, está trabajando en un nuevo álbum que tendrá ritmo “son cubano” y en cuyas letras retomará los comentarios sociales.
Entre los planes del cantante también figuran grabar un disco de boleros y regrabar en un año todas sus canciones “hasta las que hice con la Fania (All Stars)”.
La decisión de volver a grabar sus temas es para asegurar que su familia goce de las regalías por las ventas de sus discos y no le suceda como a otros cantantes, según afirmó.
“Es criminal que las regalías por el trabajo de un Ismael Rivera o un Héctor Lavoe no quede en manos de sus familias y no haya a quien cobrárselas”, dijo.
La presencia de Blades en Perú –donde brindará un único concierto junto a su hermano Roberto y Gilberto Santa Rosa– fue aprovechada por uno de los clubes de fútbol más populares de este país, Alianza Lima, que lo nombró
socio en homenaje a las menciones que le hace en sus canciones.
En su tema “Todos vuelven”, Blades entona “recordando a los muchachos de la gran Alianza Lima, desde el cielo ellos sonríen a un Perú que nunca los olvida”, en referencia al plantel que pereció cuando el avión en el que viajaban cayó al mar.
Todo el equipo completo del club murió el 8 de diciembre de 1987 tras caer a pocos minutos de aterrizar en Lima la nave que los transportaba desde una región selvática del país.
Los directivos del club le dieron una camiseta firmada por los actuales jugadores, grabada con su nombre y el número 10.
“Para suerte del club no tengo que jugar (…) el número que me han dado es de gran responsabilidad”, bromeó Blades.
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