A diferencia de tantos otros, Shakira no es una cantante que tenga miedo a decir lo que piensa. “Siempre he sido una persona que tiene una opinión y la expresa”, dijo durante su visita a Colombia, “Defiendo cosas fundamentales, como la justicia y la equidad. Los artistas tenemos la obligación de contribuir a hacer de este mundo un mejor lugar. Algunos evaden esa responsabilidad; yo la tomo muy en serio”.
A los 25 años, Shakira se ha ganado el corazón de millones de admiradores en todo el mundo, incluyendo el de su más famoso compatriota, Gabriel García Márquez, que hace algún tiempo la entrevistó para su revista “Cambio”. Pero más que una entrevista, la de “Gabo” fue una declaración de amor. “La precocidad descomunal de Shakira, su genio creativo, su voluntad de granito y una ciudad natal propensa a la invención artística, solo podrían ser los gérmenes de un tan raro destino”, dijo el escritor.
“Con su rostro de niña perfecta y su engañosa fragilidad, tuvo siempre la certeza absoluta de que iba a ser un personaje público de resonancia mundial. No sabía en que arte o que parte, pero no tenia una sombra de duda, como si estuviera condenada al fatalismo de una profecía”.
El suyo, pareció un encuentro de poetas. Cuando García Márquez le preguntó por el amor, ella respondió con una carcajada “La verdad es que le tengo mas miedo al matrimonio que a la muerte”. Su comentada relación con De La Rúa, hijo del ex-Presidente Argentino Fernando de la Rúa, parece, sin embargo, haber cambiado su opinión. “Yo tenia una visión limitada del amor”, dijo hace poco, “Ahora me siento vulnerable, y eso me encanta”.
Eso no significa, claro, que el sensual feminismo que la ha acompañado desde que era una adolescente la haya ahora abandonado. “El peor error que puede cometer una mujer es meterse a la cocina”, ha dicho, “corre el peligro de nunca salir”. Y aun así, durante los primeros meses de su romance, la estrella prácticamente desapareció del ojo público. “Una relación es como una planta que tienes que regar, alimentar para que puedas verla florecer”, explicó, “y encontré un hombre como el que buscaba, alguien a quien yo pueda mirar a los ojos, que tenga muy poco que ocultar. Alguien en quien creer. Eso es más importante para mí que el cerebro. Prefiero un corazón noble a una inteligencia estéril”.
Barranquilla, donde nació Shakira, es tierra de escritores, pintores y poetas. “Es mi sitio preferido en el mundo”, dice Shakira, “Tiene matas de coco y buganvillas. Tiene mujeres orgullosas de sus caderas y hombres de sonrisa franca. En Barranquilla, la gente te mira a los ojos cuando habla. Es una ciudad que canta y baila hasta en los días en que el calor es más insoportable”.
Ahí, en los asoleados balcones de la ciudad, escribió su primera canción, “Gafas Oscuras”, dedicada a su padre, William Mebarak, uno de los joyeros más conocidos de la ciudad. Tenia ocho años. Desde entonces ha pasado mucho tiempo. Sus discos se han vendido por millones en el mundo entero, convirtiéndola en la cantante latina más vendida en Estados Unidos, superando incluso a Jennifer López y Chayanne.
Durante las últimas semanas, sus conciertos en París, Zurich, Frankfurt, Lisboa, Madrid, Berlín y Norteamérica han llenado estadios y arenas, sus millonarios contratos con Pepsi y Reebok la han llevado a miles de hogares, e incluso Mattel, en el símbolo máximo de la celebridad por estos días, decidió hacer una muñeca con su imagen.
Como si todo esto fuera poco, destronó a Britney Spears como la estrella con mas “hits” en la Internet.
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