PRIMERA HORA presenció el domingo en el estadio “Roberto Clemente Walker”, de Carolina, cuando el cantante Tito Allen ardía en furia porque Charlie Castro impidió su acceso al estacionamiento de artistas ya que “no aparecía en la lista”. La reacción de los guardias fue descortés frente a una de las principales figuras del género y quien estaba en agenda para hacer su reaparición en tarima con la orquesta Típica 73.
“Estuve bien molesto y dije cosas fuertes porque en estos eventos se necesita gente más sensible y con las que se pueda hablar. Mi consejo para los organizadores es que esas cosas tienen que darse con más organización y respeto”, expresó Tito Allen.
Edwin Rosas esperó una hora
El músico Edwin Rosas, veterano integrante de la Sonora Ponceña, encolerizó luego de que los encargados de la seguridad no le permitieron descargar los instrumentos de la orquesta, haciéndolo esperar con su guagua por más de una hora.
“Yo llegué con la guagua de los instrumentos y pregunté por dónde se podía descargar y no me querían dejar entrar. Estuve más de una hora esperando en el parking y me trataron con una actitud desafiante, malcriada y arrogante”, manifestó el músico, quien lleva 28 años con la agrupación.
En un intento de buscar algo de comer para Papo y don Quique Lucca, directores de la Sonora Ponceña, Edwin Rosas volvió a encontrarse con los agentes de seguridad, quienes le increparon que “si salía no podía entrar”. En esta ocasión, el desafortunado encuentro también incluyó a Charlie Castro.
“Le estoy explicando que soy de la Sonora Ponceña, que tenemos que entrar a tocar, que le iba a buscar de comer a Papo y don Quique y el pedante y estúpido (Charlie Castro) me trató de empujar por la escalera y me dijo que él mandaba allí, que nadie iba a entrar y que yo no iba a subir a la tarima. Le dije payaso, necio y animal, que él no tenía tacto para bregar con gente”, contó Rosas.
“Te lo juro por mi sagrada madre y mis hijos que me puse en un estado de nervios… no puedo creer que pongan gente tan insensible a bregar ahí, es una lástima porque deslucieron el acto. Una pena porque vivimos con un agradecimiento eterno a Z-93 y a Pedro Arroyo, pero ese incidente me dejó una nota desagradable”, acotó sobre Arroyo, director de programación de Z-93.
Con la misma petulancia, los oficiales intentaron bajar de la tarima al compositor Roberto Angleró, autor de “Las hojas blancas”, quien, sentado con sosiego en una butaca, presenciaba el espectáculo. En este caso tuvo que intervenir el propio Pedro Arroyo, quien también funge como organizador del evento.
Nicky Marrero, el afamado timbalero de las estrellas de Fania, también confrontó problemas para arribar al estadio. Los agentes repitieron la misma actitud soberbia e insensible.
Pedro Arroyo, por su parte, lamentó los incidentes y en conversación telefónica con PRIMERA HORA ayer, lunes, dijo que hablaría con Charlie Castro.
“Le voy a pedir una explicación de qué fue lo que pasó con Edwin Rosas y con los demás. Es lamentable porque esos músicos de la Sonora Ponceña son almas de Dios y para mí es bien triste y lamentable. Te aseguro que el año que viene no va a suceder”, manifestó.
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