Acordaron que cada cual haría las cosas a su manera: el pianista Bebo Valdés tocaría el piano a lo cubano y el cantor Diego el Cigala cantaría puro flamenco, como siempre.
El resultado fue el disco Lágrimas negras, todo un éxito en España y también en Miami, sin que todavía haya sido distribuido en Estados Unidos.
´´Yo pensaba que podía tener éxito, porque en su momento lo tuvo la rumba flamenca, y triunfan los boleros haciéndoles otro tipo de ritmo´´, comenta Valdés. “Pero no a este extremo´´.
El Cigala lo ve claro.
´´Había mucha magia´´, asegura. “Para mí fue una experiencia divina´´.
Lágrimas negras salió al mercado a fines del 2003 en España, distribuido por la sucursal ibérica de BMG Music, que compró los derechos del disco durante cinco años para todo el mundo excepto Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Austria, Suiza, Sudáfrica, Australia y Japón. Tiene invitados de lujo: el brasileño Caetano Veloso, los cubanos Paquito D´Rivera y Tata Güines, y el violinista uruguayo Federico Britos. Lo produjo el sello Calle 54 Records, fundado por el empresario de Miami Nat Chediak y el cineasta español Fernando Trueba, cuyo documental Calle 54 da nombre a la firma.
Y todo empezó justamente mientras Trueba editaba ese documental. Por el estudio de montaje pasó el Cigala, a quien le había hecho un video clip de la canción Entre bareta y canasta. Como recordarán quienes vieron la película, hay un momento en que Israel ´´Cachao´´ López y Bebo tocan el tema Lágrimas negras a dúo de contrabajo y piano. El cantaor lo vio y dijo que le gustaría hacer algo con ellos.
En cuanto Bebo fue de nuevo a Madrid, Trueba los presentó. El Cigala y su productor, Javier Limón, le pidieron a Valdés que colaborara en dos temas del nuevo disco del cantaor, Corren tiempos de alegría, y aquélla fue la primera vez que entraron juntos en un estudio.
La segunda fue para hacer el álbum que los está convirtiendo en protagonistas de una nueva y sorprendente fusión.
Ahora mismo hay tres grandes compañías disqueras y tres sellos independientes disputándose con Calle 54 Records el contrato de distribución en Estados Unidos, según Chediak, y en las próximas dos semanas se debe alcanzar algún acuerdo. En España, dice, se ha vendido como pan caliente.
´´A las cuatro semanas ya tenía disco de oro, con 50,000 copias vendidas, y luego disco de platino, con 100,000´´, detalla el productor ejecutivo. “A estas alturas debe andar por los 160,000´´.
Quienes estaban la noche del viernes 22 de noviembre del 2002 en el Gusman Center for the Performing Arts, en el downtown de Miami, tuvieron el privilegio de asistir a la génesis de este fenómeno. Aquel día, Bebo y el Cigala hicieron aplaudir hasta a las lunetas, y el público quedó con la honda impresión de haber sido testigo de un acontecimiento excepcional.
Los conciertos se han multiplicado con la aparición del disco: en dos meses, Bebo y el Cigala han hecho 32 de ellos entre España y Portugal. Para el cantante no será nada del otro mundo, pero para Bebo es otra cosa. El pianista cumplirá 86 años el 9 de octubre, de los cuales los últimos 34 de ellos había estado virtualmente retirado con su esposa y sus hijos en Suecia, hasta que, en noviembre de 1994, D´Rivera lo llamó para que volviera a grabar. Entonces hizo Bebo Rides Again y luego, con Chediak en el 2001, El arte del sabor, que se llevó tanto el Grammy como el Grammy Latino.
´´Esto de los conciertos ha sido una quema muy dura para mí´´, dice Valdés desde su casa en la ciudad sueca de Haninge. “No tienes tiempo para dormir: nada más que conciertos e interviews. Ahora estoy descansando, para irme con Trueba a Brasil, pero después voy a dedicarme solamente a crear música. Si hago cuatro conciertos en el 2004 va a ser mucho´´.
Uno de esos cuatro probablemente sea en Miami, de acuerdo con el plan de promoción que haga la distribuidora del disco en Estados Unidos. Otro sería Nueva York.
Dice que el éxito rotundo de Lágrimas negras se debe a que han trabajado muy duro.
´´Fue por el team work´´, asegura Valdés. El [Cigala] puso mucho de su parte, porque había números que le costaban trabajo. A veces hacemos pedazos de guaguancó y lo dejo libre, como se hace en Cuba. Hice los arreglos para la tesitura de voz de él. Uso fragmentos de un tipo de bolero de cuando empezó el bolero en Cuba; te das cuenta si oyes La tarde, de Sindo Garay. Luego puedo usar cualquier cha cha chá, cualquier mambo, sin tener que salirme de mi país… de mi país antiguo´´.
A lo que Bebo quiere dedicarse tranquilo, allá en Haninge, es a rescatar música de clásicos cubanos como Ignacio Cervantes, Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla.
´´Todas las cosas cubanas viejas que encuentre´´, anuncia Valdés, padre del también pianista Chucho Valdés, fundador de Irakere. “Voy a agarrar cosas de esos músicos cubanos y hacerlas a piano solo; quiero dejar escrito todo lo que tengo en mente´´.
Sus primeros años lejos de Cuba, después de que salió en 1960, fueron muy duros, recuerda Bebo. No olvida que su nombre estuvo prohibido en la isla durante 38 años.
´´La he pasado muy bien y muy mal, como la ola marina´´, dice Valdés en referencia a una conocida canción. “Pero en ningún lugar del mundo he aceptado nada de seguro social. Le doy gracias a Dios de que siempre puedo salir adelante´´.
Desde un restaurante madrileño, el Cigala cuenta que también se ha tomado algún tiempo de descanso después de los 32 conciertos. Su próximo disco, que debe salir en mayo, cuenta con la compañía de los guitarristas Paco de Lucía, Tomatito y Vicente Amigo.
´´Para nosotros, la recompensa de Lágrimas negras estaba pagada desde antes de empezar a hacerlo´´, afirma Diego con sentida admiración por Valdés. “Es un lujo tocar con el maestro Bebo´´.
La pregunta ahora es qué van a hacer Bebo y el Cigala cuando vuelvan a grabar juntos (porque de lo que sí no caben dudas es de que tendrán que hacerlo).
´´Será un disco sin grandes pretensiones, pero tiene que quedar a la misma altura de Lágrimas negras, o por lo menos subir un escaloncito´´, dice Diego. “Buscando temas clásicos, cuplés españoles, Pena penita pena o cosas así. Coger lo que se nos quedó en el tintero´´.
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