Don Omar en la Universidad de Puerto Rico
Bajo un ardiente sol, Don Omar deleitó desde una tarima improvisada a un efusivo público compuesto por los estudiantes, empleados y profesores de la UPR.
Un mar humano que cubría la explanada aledaña al lugar no pudo evitar mover su cuerpo al son de las canciones del artista ni dejar de tararearlas en todo momento.
Don Omar es el primer rapero invitado por el Decanato de Estudiantes para ofrecer un show en la UPR. Su presentación fue de una hora y estuvo acompañado por su DJ Eliel, en los coros por Mario Rivera y los bailarines Hernán y Carmelo.
José A. Nieves Cartagena, del Decanato de Estudiantes, comentó a PRIMERA HORA que esperaron hasta ahora para llevar a un rapero a la UPR por la misma evolución que ha tenido el controvertible género. Y como Don Omar se ha destacado por su música y letras, quisieron que éste fuera quien se presentara por vez primera para complacer a los estudiantes que gustan del reggaetón.
A eso del mediodía, el Centro de Estudiantes se transformó en una discoteca gigante, pues los universitarios se activaron con el pegajoso ritmo del vocalista, al punto de bailar al estilo del famoso “perreo”.
El cantante de rap, que comenzó su participación con los temas “Dale, Don, Dale”, “Déjala” e “Intocable”, hizo un pequeño tributo a Tempo, Héctor y Tito, y Daddy Yankee, quien ha pegado la frase “a fuegoski”.
Seguido, Don Omar se dirigió al estudiantado: “Seguroski, que dicen que la universidad se llenó a fuegoski y muevan su…”, e inmediatamente los estudiantes respondieron a coro “culoski”.
Ataviado con camisa y pantalón crema y luciendo su cabello grifo en trenzas, el rapero bailó con cierta picardía el famoso “hasta abajo”, moviendo su cintura de manera sensual hasta llegar al suelo, lo que fue emulado por los estudiantes.
“Puedo con todos”, “Quien la vio llorar fui yo”, “Aunque te fuiste”, “Leona”, “Lamento de una gárgola” y “Entre usted y yo” fueron otras de las líricas que interpretó.
Se asusta siempre que va a dar un show
Don Omar, que no vaciló en tomarse fotos con sus fans y firmar autógrafos, se presentó a la UPR con el mismo miedo que lo domina en cada espectáculo, pues siempre tiene “la sensación de que no habrá nadie cuando llegue”.
El rapero, que una vez se bajó de la tarima fue escoltado por su equipo de trabajo, confesó a PRIMERA HORA que “siempre que tengo un show estoy asustao”.
“Quizá sigo con el mismo miedo de siempre de si habrá gente o no. Esos nervios, creo, son los que se apoderan de mí en tarima y me ponen tan nervioso que me pongo chistocito y payaso”, precisa.
Saludando a cuanta persona le llamaba por su nombre, el artista añade que “es la primera vez que entro a una universidad, es la primera vez que me queda completamente claro que el reggaetón no tiene clases sociales”.
“Estoy bien contento, entre los estudiantes vi a muchos amigos y gente que me quiere. Esta gente es otra vibra tan brutal, porque son chamacos buenos”, apunta.