Emotivos actos para despedir a Marvin Santiago

Tota

LAS RODILLAS de Billyvan temblaron ante el féretro de su hermano Marvin Santiago. El plenero arribó anoche a la Escuela de Bellas Artes de Bayamón vestido de negro y con los ojos irritados de tanto llorar.

Cuando se detuvo a contemplar el ataúd, donde los restos del Sonero del Pueblo reposan con su inseparable sombrerito “pra-pra” y una media sonrisa, no pudo resistir la impresión que recibió al leer el mensaje escrito en la parte posterior de la Biblia que el difunto tenía en sus manos: “con esta espada venceré al enemigo, rompiéndole la catrueca y eso es ¡oficial!”.

Rápidamente, Billyvan retiró la mirada para consolar su pena en los hombros de su hermana Zulma.

“Me impactó la noticia, porque Marvin estaba bien y de repente me llamaron para decirme que se había muerto. Fue una noticia muy fuerte. Yo no deseaba que muriera, porque era un hombre joven”, dijo Billyvan.

Minutos antes, Bobby Valentín, Papo Lucca, Tommy Olivencia y Luis “Perico” Ortiz rodearon el féretro y, como si el alma del difunto les escuchara, le susurraron que debía marcharse tranquilo porque, tarde o temprano, se reunirán con él en un rumbón celeste.

“Oramos por él, diciéndole que estaba en buenas manos y que nos espere, porque es la ruta que vamos a tomar todos”, dijo Valentín, con cuya orquesta Marvin popularizó éxitos como Soy boricua, Préstame tu caballo, El alacrán y Pirata de la mar.

Desde anoche, el pueblo se desborda en manifestaciones de cariño y respeto a la memoria del sonero, confundiéndose en abrazos y estrechones de mano con sus hermanos y artistas como Andy Montañez, Roberto Roena, Tito Allen, Luisito Carrión, Moncho Rosario, Paquito Guzmán, Don Perignon, miembros de El Gran Combo y funcionarios como el alcalde Ramón Luis Rivera, hijo.

Por unas bocinas se escuchaban las canciones Plena pa´l difunto, Fuego a la jicotea, Vasos en colores y Soy boricua.

A pesar del tumulto, la viuda Sandra Guzmán no se despegaba del féretro arropado por la monoestrellada y a cuya derecha se colocó una foto de un concierto de Bobby Valentín con Marvin y Frankie Hernández.

Guzmán le confesó a El Nuevo Día que a través de Marvin conoció a Jesucristo, su consuelo en estas horas de dolor.

“Cortijo e Ismael lo llamaron, no hay duda. Pero le agradezco lo que soy. Estuve ocho años con él y hasta iba a ser su donante de riñón. Marvin es un ejemplo, porque superó muchas cosas en su vida, como su adicción, su tiempo en la cárcel y los divorcios que tuvo. Es mi mejor ejemplo de superación junto a mi padre”, expresó la viuda.

La antesala de la despedida de Marvin discurrió a ritmo de plena, expresión que anoche estremeció la Escuela de Bellas Artes al compás de Las flores del campo y otras melodías en que Billyvan pudo encontrar consuelo. Al cierre de esta edición, cientos de simpatizantes del sonero desfilaban por el vestíbulo de la instalación municipal, donde sus restos permanecerán expuestos hasta la medianoche de hoy.

Anoche Marvin Santiago fue recordado como un sonero sui generis e irrepetible que será referencia obligada para las futuras generaciones de salseros.

El episodio más emotivo de la primera noche del sepelio se registró a las 9:00 p.m., cuando el cantante Sammy Marrero, se apostó al lado del féretro y le entonó a capella los versos de La cuna blanca, mientras el pueblo le respondía con el estribillo “nadie se atreva a llorar, dejen que ría el silencio”.

Esta noche, la orquesta de Bobby Valentín le dedicará un concierto en la plaza de recreo, localizada frente a la Escuela de Bellas Artes. Los restos del Sonero del Pueblo recibirán cristiana sepultura mañana, a las 11:00 a.m., en el cementerio de Lomas Verdes en Bayamón.