Godfader en rescate del disco de vinil

Tota

Las calles han sido su escenario. Ahí, en sus aceras, sigue presente en cada muro, en cada historia urbana, en cada transeúnte.

En Europa y Estados Unidos el género del hip hop crece con fuerza, pero en Puerto Rico el proceso ha sido lento, aunque siempre presente en ámbitos suburbanos.

Este ritmo pegajoso, que se remonta a las bases de la cultura afroamericana y que se considera una cultura compuesta por los DJing (DJ´s), MCing (cantantes), break dancers (bailarines) y grafitti (pintura), cuenta con varios exponentes en la Isla, que aunque silenciosos en los espacios comerciales, están presentes en nuestra sociedad.

Uno de los que romperá su mutismo es Godfader, un tornamesista/DJ (turntablist) que mañana, jueves, a las 9:30 de la noche, presentará en Dali Exotic Cuisine, en el Viejo San Juan, su primera producción discográfica “Spontaneous Combustion”, así como su propio sello Audiomorphic Records, que se dedicará, entre otras cosas, a promover la cultura del disco de vinil.

“Somos un label y en un plan futuro nos gustaría grabar a otros artistas. Queremos fomentar una cultura del vinil, porque es un hecho que se escucha mejor que el CD”, dijo Roque Pérez Frangie, nombre de pila de este músico autodidacta, quien no cancela el CD, sino que desea que se le dé validez al disco de pasta.

Estas piezas circulares de color negro son las fundamentales para que Godfader pueda llevar a cabo su música, pues con ellas y sobre ellas es que bate sus dedos para darle forma a su sonido peculiar, que se acentúa con su rapidez en el botón del fader (modulador de sonido).

Además de los discos, este músico utiliza un pedal eléctrico que le sirve para crear “capas de sonido”, distintivas en su música.

“Es otro instrumento (los platos). Como si fuera un bajo o un piano, pues se pueden recrear todos esos sonidos”, explicó el tornamesista.

Este joven de 28 años se introdujo en el mundo del hip hop en 1989, cuando siendo estudiante de escuela superior comenzó a ser disc jockey en “parties de marquesina”.

“Un día cogí unos (tocadiscos) que tenía mi mamá en la casa y los arreglé”, cuenta el músico, que en 1995 participó del concurso Dance Music Championship, en Estados Unidos.

Con estudio propio

Para Roque y su esposa, Tara Collado, el deseo por expandir la difusión del hip hop en la Isla los motivó a crear su propio estudio de grabación, el cual está ubicado en el Viejo San Juan.

Es en ese rincón acogedor, que cuenta con un anaquel repleto de discos de pasta, con una batería, piano, computadoras, fotos de sus amistades, y con el instrumento de Roque, donde pasan horas trabajando.

“No veo esto como un hobbie o pasatiempo, esto es algo profesional”, recalcó Godfader, quien es ingeniero, y quien piensa que el género está “morphic, cambiando y fusionando”.

“Hay mucha gente haciendo buenas cosas, pero todavía nos falta organización”, explicó quien espera con su presentación dar un primer paso para que finalmente se ensanchen las calles y fluya el sonido zumbador y revelador del hip hop.