Esto no depende del cuerpo ni que tú seas aquello o lo otro, esto va con la química que exista con la persona. Muchos se han divorciado por no tener química sexual. Entre mi esposa y yo hay una dinámica, que es ser creativos y espontáneos. Si me siento cansado y débil prefiero decir que me siento mal para no lucir mal.
¿Cómo te gusta que te llamen en la cama?
¡Perro! Que me digan: “¡eres un perro!”.
¿Cómo mantienes ese cuerpo que tienes y esa belleza? ¡Es que estás buenísimo!
No es belleza lo que ves, eso es el filtro de la cámara (risas). Yo soy del montón. Cuando comencé mi carrera y era tan delgado que se burlaban mucho las mujeres, me decían: “qué flaquito, qué niñito, qué frágil”, y eso me motivó a levantar pesas. Ahora, después de siete años ya se ve decente.
¿Cuál es tu ideal de mujer atractiva?
Antes de casarme tuve novias negritas, blanquitas, flaquitas, llenitas… A mí me gusta una mujer que me haga reír, que me dé seguridad en cuanto a las ideas; que sea una persona feliz, que le gusten las bromas. Obviamente uno se fija mucho en lo físico, pero también importa mucho la sinceridad.
¿Qué se siente llegar a los 30 años de edad? ¿Te sientes viejo?
Ya tengo 30 anos, ya me convertí en hombrecito. Ya no quiero que me sigan llamando niño.
¿Te gusta mucho el sexo?
¿A quién no le gusta? Me encanta, me hice padre a los 18 años, justo la primera vez que lo intenté me hice padre. Empecé temprano, pero eso es de herencia, porque mi padre y mi hermano fueron padres a los 15 y 16 años, respectivamente.
¿Te atreverías a tomarte una foto desnudo para tus fans?
¡Claro! Si es por computadora y se arreglan unas cosas, como añadir volumen, por supuesto (risas).
¿Qué hace Jerry Rivera en un día libre?
Un día común me gusta planificarlo. Me gusta hacer ejercicio, leer bastante,
salir a comer con alguna de mis amistades, que son de 40 a 50 años; comparto con mi familia, me pongo a escribir alguna cosa, comparto con mi hermano, que es como mi alma gemela.
¿Cuántas veces haces el amor a la semana?
No sé, todo depende de cómo me sienta. Hay quienes dicen que lo hacen tres veces, pero sólo lo hacen una vez.
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