Plena Libre esparce su ritmo por el mundo

No sólo porque se trata de un sonido que es imposible escuchar y permanecer inmóvil, sino porque, en su afán de propagarlo por el mundo, se ha dado a la tarea de ofrecer talleres para que el público, particularmente los niños, aprenda a bailarla.

Esto es sólo parte de lo que ha ocurrido con la más reciente gira que Plena Libre acaba de hacer por varias ciudades de Canadá, como Montreal, Halifax, Toronto, Ontario y Winnipeg.

Siguió la fiesta en el Festival Puertorriqueño de Boston, y luego en Newark, donde el grupo alternó con Larry Harlow en otro festival boricua, y cerró en varios puntos de Nueva York, como el Bronx, Brooklyn y Schenectady.

“Es increíble la entusiasta reacción del público. Aunque muchos no entiendan las letras en español, el ritmo de la plena como que se les mete por dentro. En Canadá nos pasó algo que será inolvidable. Estábamos participando de uno de los festivales cuando de pronto, divisamos a una joven agitando una bandera puertorriqueña. Se podrán imaginar la sensación que nos embargó. Resultó ser una compatriota que reside allá desde hace varios años y está casada con un chileno”, relató Gary Núñez.

Agregó que en ese evento, conocido como “World Music”, alternó con otras importantes figuras del mundo artístico, como Ibrahim Ferrer, Oscar Peterson y el Cirque de Soleil, al que correspondió el cierre del espectáculo.

“En Canadá se da un movimiento artístico y cultural impresionante durante todo el año y acuden personas de todos los puntos del país. Este fue nuestro segundo viaje y conocimos gente que domina tres y cuatro idiomas, algo que los puertorriqueños deberíamos emular”, reveló el músico puertorriqueño.

Luego de concluida esa serie de presentaciones, Plena Libre viajó a Estados Unidos para cumplir con otros importantes compromisos, como su tercera presentación en el prestigioso “Lincoln Center” de la ciudad de Nueva York.

“Estuvimos participando también en el ´52 Street Park´, una actividad que realizan voluntarios de la comunidad en beneficio de los necesitados. Y en Boston, actuamos ante unas cincuenta mil personas”, relató el líder del grupo, al tiempo que reconocía que la tercera nominación para un premio “Grammy” le ha servido de vitrina para penetrar aún más en esos mercados internacionales.

Algo que no olvidarán nunca será el momento en que, en ruta a uno de estos conciertos, tuvieron la oportunidad de disfrutar de la transmisión televisiva del partido de baloncesto olímpico en que Puerto Rico derrotó a Estados Unidos.

“Nos esperaban para un chequeo de sonido y ninguno de nosotros quería bajar de la guagua. Estábamos pegados a aquel televisor hasta el último momento. Cuando ganamos, nuestros brincos movieron aquella guagua de un lado a otro como si estuviéramos en medio de una tormenta. Ese día tocamos con más entusiasmo que nunca”, expresó con notable orgullo.