El cantante abrió las puertas de su casa a El Nuevo Día, la que además de poseer una hermosa estructura, está llena de calor humano. Todavía no está completada la decoración, según Rey, quien junto a su esposa, Sonia, ha ido arreglando a su gusto cada espacio del hogar, en el que se destaca un estilo conservador y donde se respira a diario el rico olorcito a café cubano.
Tampoco ha estrenado la piscina, porque apenas hace unos meses que compró la propiedad, durante la temporada fría. Pero de seguro ahora que llega el verano él y su hija, Laura, de 12 años de edad, disfrutarán de ella, así como de jugar al billar con sus sobrinos, cosas que Rey considera “privilegios”. Y es que él, que salió de Cuba cuando tenía 24 años, bien sabe lo que es pasar necesidades, y con orgullo puede decir que lo que tiene se lo ha ganado con el sudor de su frente.
El intérprete de Mi media mitad recuerda con nostalgia la partida de su tierra natal. Y la mejor forma que encuentra para expresarlo es cantándonos una estrofa de un tema que escribió hace varios años: El día que me fui y la abandoné sabía que me iba sin poder volver. Lo que sentí explicarlo no sé, tenía el mundo delante sin saber qué hacer.
“Nosotros tuvimos que recurrir a mucha gente que nos ayudó para llegar hasta dónde estamos hoy. Tengo una familia gigante todavía en Cuba, pero la inmediata vive aquí. La gente en Cuba no sabe lo que nosotros los que salimos pensamos, creen que no fuimos y nos olvidamos de ellos, pero eso no es así”, añade con voz entrecortada.
Pero Rey aclara que más que llevar un mensaje social, esta canción surgió como un desahogo, lejos de exponer un plantamiento político.
“Me he mantenido al margen de temática social, porque no es mi punto de vista hacia la música. Claro, me identifico con toda la causa de los cubanos, porque soy cubano, pero musicalmente no ha sido mi estilo. Esta canción, que se llama Cuba y Puerto Rico, la hice porque mi país se parece mucho a la Isla y al vivir allá me recordaba mucho a Cuba. Simplemente, expresa mis sentimientos. Pero aún así la letra se puede aplicar a una mujer. Mi fórmula siempre ha sido el amor y el desamor, ese es mi tema base.”
Rey se considera un hombre casero y familiar, y según nos dijo, tras concluir sus compromisos profesionales regresa al hogar, mayormente a ver televisión, una de sus distracciones favoritas. Quizás por eso, se ha mantenido fuera de los vicios y también ha podido administrar bien sus finanzas, a pesar de haber estado un tiempo fuera del ambiente artístico.
“Mi gancho no son los escándalos, mi atractivo está arriba de la tarima, lo que quiero es que la gente se sienta bien con lo que hago”, dice, al tiempo que lamenta que se hayan perdido tantos talentos en el género a causa de las drogas y opina sobre el caso de su amigo Domingo Quiñones.
“Nunca he tenido interés en nada de eso, sé que cualquiera puede caer en la tentación, pero nunca ha sido mi caso. He tenido la suerte de que nunca me han ofrecido drogas directamente, no sé si es que se me ve en la cara que no me gusta. Me da mucha pena lo que está pasando con Domingo, es bien lamentable que un talento tan grande como él, pierda la perspectiva de esa manera. Lo peor es que me gustaría ayudar, pero uno no sabe ni cómo hacerlo. A veces me gustaría hasta regañarlo o aconsejarlo, pero sé que ésa no es la fórmula, porque nadie experimenta por cabeza ajena”, reflexionó.
Por la misma razón, Rey hace todo lo posible para estar en contacto con su hija el mayor tiempo posible, a pesar de la intensa agenda que exige su carrera.
“Creo que soy buen papá, aunque eso habría que preguntárselo a ella”, dice entre risas, mientras señala la foto de la niña, quien se encontraba en la escuela.
“Comparto mucho el diario con ella. Es bonito saber que siempre tienes a tu padre ahí, velando por ti, y creo que la hago sentir eso. Cuando salgo de viaje ella me cuenta los días que va a estar sin verme. A Laura le gusta mucho la música, pero uno nunca sabe a dónde van a llegar los hijos. En mi caso, yo no decidí ser artista, fue algo que me vino del cielo. Tengo muchos familiares con talento, pero ninguno pudo desarrollarse profesionalmente, el único que salió músico fui yo. Así que si se decidiera por la música, la apoyaría”, añadió el orgulloso padre, quien hasta ahora no tiene planes de darle hermanitos a Laura.
Buena cosecha
La única adicción en la vida de Rey Ruiz parece ser la música y ahora su nuevo disco, titulado precisamente Mi tentación. Esta producción le ha servido para comprobar que cuando se siembra bien se cosecha bien.
“Me ha sorprendido que el público no se ha olvidado de mí, especialmente en Puerto Rico. Y la muestra de eso fue cuando estuve de promoción allá recientemente, porque me hicieron sentir muy bien. Después de estar un tiempo alejado de la industria era lógico que se hubieran olvidado un poco de mí, pero gracias a Dios eso no sucedió. Y Puerto Rico es el mercado por excelencia de la salsa, es el punto de base a otros lugares”.
Rey se considera eminentemente salsero, aunque en esta producción, que estuvo a cargo de Jorge Luis Piloto, ofrece varias versiones en balada y pop.
“La salsa es mi género, esto es lo que se desayuna, se almuerza y se come en mi país y también en Puerto Rico. Me siento puramente salsero, pero eso no quita que tenga otras inquietudes musicales que también quiero plasmar. Quiero cantarle a otra gente que no escucha esta música”, explica.
De hecho, el intérprete de Luna negra no piensa como algunos pilares del género que opinan que la salsa no ha evolucionado en los últimos años.
“No coincido. Creo que simplemente cada cual tiene su suerte y su momento en el cual exponer su música y de encontrar el respaldo de la gente. Mientras a mí me dé la gasolina seguiré haciendo salsa. El género siempre se ha mantenido, porque es parte de nuestra cultura, y no es cuestión de llegar a ningún lado, sino de quedarnos aquí haciendo lo mismo, utilizando diferentes fórmulas”, recalcó el cantante, quien espera hacer un concierto en Puerto Rico antes de que finalice el año.
En Mi Tentación, Rey Ruiz se muestra como un sonero más maduro, manteniendo su estilo de salsa romántica con buen swing. Algunos títulos del álbum son: Te vas a arrepentir, Fuiste mía, Una canción para olvidar, Creo en el amor, y El diablo anda suelto.
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