La fiesta que se inició cerca de la medianoche cautivó a los presentes, dueños de villas, propietarios e invitados quienes disfrutaron durante más de tres horas de lo mejor del repertorio musical del artista, quien supo interactuar y seleccionar las piezas de la mejor manera.
El tema ‘‘Prométeme’’ marcó el inicio de una noche, que pareció ratificar que la alegría y el ambiente exclusivo se mantiene inalterable en la Marina de Casa de Campo, a pesar del huracán Jeanne, que dejó agua, a su paso, pero no laceró las estructuras, ni encantos de este hermoso lugar.
Sergio lució alegre, relajado y muy dispuesto a dar todo de su arte, entonando uno y otro tema, saludos y frases de humor, que se combinaron con los pasos acompasados y rostros de satisfacción, el frente de la Plaza Portofino, en la proporción que lo hace un termómetro con la temperatura.
‘‘La ventanita’’, un popurrí de los 80, ‘‘Caña brava y ‘‘La empalizá’’, salpicaron los dos sets de temas tradicionales y de su más reciente repertorio, para marcar una noche singular organizada por el restaurant Peperoni y con el apoyo de la Cervecería Nacional Dominicana.
Las mesas repartidas en toda el área, jóvenes, adultos y un ambiente de confraternidad y familia caracterizaron lo que se inició en la noche del viernes hasta la madrugrada del sábado, contando con el copatrocinio de: Marina Casa de Campo, Central Romana, Azimut, Limonchelo y Black Label.
Un concierto que será recordado por mucho tiempo, entre quienes fueron testigos y resultaron contagiado de la música de Sergio Vargas y su orquesta, cuyos músicos y frente, también aportaron para que los acordes musicales fueran más importantes que la melena y los reclamos del artista de que su Villa Altagracia querida sea provincia.
La Marina acoge a Sergio con la misma alegría y glamour
La noche del pasado viernes no sólo fue hermosa por lo muy estrellada, ni por lo que se prolongó hasta la madrugada de ayer sábado; lo fue también por la alegría y el entusiasmo que mostraron quienes disfrutaron de Sergio Vargas y su orquesta en la Plaza Portofino de la Marina de Altos de Chavón.
Checheo Rivera no pudo esconder la alegría; como no los pudieron hacer las familias Menéndez-Dajer, Martínez-Lima, Paniagua, Guzmán, Bermúdez y muchos otros que compartieron en familia, durante más de cinco horas, un ambiente de alegría, salpicado del mejor merengue.
A Sergio le tocó la parte musical y salió airoso, ratificando en este ambiente exclusivo que no sólo es buen intérprete del ritmo autóctono, sinó que su cuota de alegría y buen humor contagia.
Del evento
Nada fue más oportuno para esta fiesta-concierto, que parece retomar las energías tras el paso de Jeanne que solo dejó agua, pero que no laceró el ambiente, encanto y belleza de este lugar de vistosas lanchas y villas de ensueño.
Uno que otro tema, entre las atenciones de Aquilino Guzmán, propietario del restaurante Peperoni y los bailes de jóvenes y adultos, dueños de villas y residentes que se dieron banquete en camaradería y decididos a divertirse. Toda el área de La Marina integrada desde Limonchelo hasta Chinois a la música y rosario de merengues de diversa época que entonó el Negrito de Villa.
El cantante interpretó el tradicional merengue “La empalizá”, seguida la dedicatoria de un caluroso y efusivo aplauso de los presentes.
Así entre la euforia, la ternura de las parejas, entre bailes y música, transcurrió una noche memorable en La Marina de Casa de Campo, en un concierto-fiesta organizado por Peperoni Marina, con el patrocinio y la profesionalidad de Light Music que logró una excelente iluminación y Giovani Duluc & Asociados que garantizó un buen sonido que estremeció los lujosos yates acomodados en el entorno.
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