La cámara se mueve silenciosa, el intérprete se concentra en su actuación frente al micrófono y en el sistema de sonido se oye su voz: “… enséñame a vivir sin ti, hasta arrancarme de raíz…”.
Así transcurría la tarde del miércoles la grabación del vídeo del melódico bolero Enséñame a vivir sin ti. Sobre tarima le acompañaba un grupo de músicos, aunque sus instrumentos no sonarían.
“Son todos músicos en la vida real y participan silenciosamente en este vídeo”, dice la productora Jenny Suárez sobre el proceso, en el que el sonido será mezclado con las imágenes posteriormente. “Lo principal es Gilberto en la escena”.
Gilbertito termina con la canción, se acercan la vestuarista Raquel Ortiz y la maquillista Obie para darle unos retoques a su maquillaje y verificar que todo esté en orden con su elegante traje pin stripe.
“Me emocionaste hasta las lágrimas, Gilberto. Eres increíble”, grita emocionada Mariela Sosa, la directora del vídeo.
“Una grabación como ésta dura entre 15 días a un mes. Hoy (el miércoles) es el día que grabamos con Santa Rosa y luego se edita”, explica Suárez, cuyo equipo de trabajo involucra más de 15 personas, que se mueven por todos lados asegurando cada detalle de la grabación.
Con mucha paciencia, Gilberto permite que lo maquillen y arreglen para las tomas, mientras continúa ensayando una y otra vez.
“Será de este tema solamente, como un promo que será exhibida en distintos lugares, antes de mi gira”, dijo Santa Rosa a El Nuevo Día antes de reanudar la grabación.
Todos preparados, y Gilberto frente al micrófono nuevamente, retoman la grabación: Luz, cámara, acción
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