Aun cuando a lo largo de su carrera artística ha refulgido por su desempeño como salsero, una de sus más grandes pasiones es interpretar boleros, género musical que domina con maestría.
Como cantor romántico, Ismael Miranda ha cultivado un catálogo espléndido, sellando sus más de tres décadas de intensa labor creativa con melodías como “Ayer me enteré”, “Las cuarenta”, “Sálvame”, “La cama vacía” y “Todo de mí”, entre otras.
Poseedor de una voz extraordinaria –de timbre fino y agudo– El otrora denominado “Niño Bonito” retorna al mundo bohemio para deleitar a su público en el espectáculo “Íntimo”, a celebrarse hoy, viernes, y el sábado, a las 8:30 de la noche, en el salón Royal del hotel Condado Plaza.
Será una velada entrañable colmada de la expresión sublime que destila las emociones amorosas vertidas en melodías y, que en esta ocasión, se escucharán interpretadas por uno de los más grandes de nuestros exponentes.
“Estamos preparando un concierto en el que recojo todos esos boleros que hice durante los años 60 y 70, desde que inicié mi carrera con la orquesta de Larry Harlow y que a partir de entonces siempre he incluido en mis discos”, anota el artista.
Este recital, que se grabará para la posteridad, estará, a su vez, arropada de una elegante instrumentación que, bajo la dirección del trompetista Rolando Alejandro, reunirá en escena a Tito de Gracia (timbal), Charlie Sierra (bongó), Cachiro Thompson (conga), Pedro Pérez (bajo), Domingo García (piano), Jorge Díaz (trombón), Benjamín Morales (flauta y saxo) y Bernie Pérez (coro).
Eterno amante del bolero
La interpretación de canciones románticas es uno de los más excelsos atributos de Ismael Miranda.
De voz extraordinaria, que complementa con su personalidad y carisma, el cantante ha estado vinculado al bolero desde los inicios de su carrera, influenciado por las inspiraciones que, en voz de Tito Rodríguez, Vicentico Valdés y Felipe Rodríguez, marcaron sus veladas familiares.
Por eso, al momento de despuntar como figura artística en la grey salsera, a finales de la década de 1960, procuró incluir en sus trabajos este género musical.
“Lo mío es la salsa pero esa esquina de la canción de vellonera me fascina, además de que me ha funcionado bien con el público”, expresa.
Su primer bolero grabado fue “Ayer me enteré”, incluido en la producción “Abran paso” junto a la agrupación de Larry Harlow. En cambio, sus melodías románticas más resonadas fueron producidas con su propio grupo, en los años 70.
“Cuando empiezo con (la orquesta) La Revelación es cuando arrancamos bien chévere con los boleros y todos fueron grandes éxitos. El público siempre apoyó esa parte de mi trabajo y desde entonces siempre he hecho muchas bohemias”, dice.
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