Brinda Palmieri por el éxito obtenido

Tota

Su hijo Edward viajó a Los Angeles y al anochecer se comunicó con Eddie Palmieri desde el Stapple Center para informarle que había ganado el Grammy del jazz latino por su disco Listen Here!

El “Sol de la Música Latina” descorchó una botella de champán y brindó con su esposa Iraida. Fue el octavo Grammy de Palmieri y el primero por su trabajo en el jazz latino, categoría que ayudó a crear en 1994, después del lanzamiento de su disco Palmas.

“Esa categoría era necesaria porque antes un disco de Danilo Pérez, por ejemplo, era clasificado junto a los de Chick Corea y Herbie Hancock. Desde entonces el jazz latino tiene su lugar”, dijo a El Nuevo Día.

Los otros finalistas al Grammy en el jazz latino eran los boricuas Ray Barretto y Sammy Figueroa, el cubano Omar Sosa y la banda Caribbean Jazz Project de Dave Samuels.

Palmieri, en cuyo cd Listen Here! grabaron virtuosos como Regina Carter, Christian McBride, Nicholas Payton, Michael Brecker, Giovanni Hidalgo y David Sánchez, siempre tuvo la certeza de que iba a ganar.

Sin embargo, sin su presencia en el rubro del jazz latino, entonces Ray Barretto hubiera sido merecedor del fonógrafo dorado.

“Ray siempre ha sido un guerrero de la tarima y de los dos géneros. Pero mi disco tiene una gran potencia por los artistas que están a mi lado. Es un disco único que ha tenido muy buenas ventas”, indicó al añadir que visitará a Barretto al Valley Hospital.

“Me siento triste por Ray. Está muy mal, lo tenemos en nuestros rezos”.

Al preguntársele sobre el resultado del Grammy en la salsa, Palmieri opinó que lo merecía Tito Nieves.

“Su disco fue muy exitoso, pero no pudo con la potencia cubana que desde Miami asusta a cualquiera. El problema también es que juntan a todo el mundo en la salsa y el merengue”.

Palmieri, quien acaba de grabar con Víctor Manuelle y con Brian Lynch, se desbordó en elogios hacia el ponceño Louie Vega y le recordó a los casi ganadores que lo verdaderamente importante es ser seleccionado finalista al Grammy entre el centenar de prenominados en cada género.

“Cuando uno está nominado ya es un ganador. El único problema es que hay un voto más. No es que se pierda un Grammy, es que no se gana”.