Camilo Azuquita mantiene su sabor

Esta vez viene con su disco “Típicamente Azuquita”, tras tres años fuera de los estudios de grabación.

Camilo Azuquita quiso hacer este álbum musicalmente versátil, por eso le inyectó a su salsa ritmos como el jazz y el bossa nova.

Las experiencias internacionales de este intérprete le impedían excluir los valses peruanos “El plebeyo” y “Que nadie pare de sufrir”, pues vivió por varios años en el país sudamericano.

Azuquita, uno de los pioneros en promover el ritmo cocolo en el continente europeo, canta en este disco “Típicamente Azuquita”, una mezcla de los éxitos “La botija de abuelito”, “Tumba tumbador” y “Xiomara”.

“El muerto vivo” es otro de los hits que se encuentra en el álbum. Con este tema recuerda el incidente que toma hoy como cómico cuando en 1996 lo dieron por muerto en Panamá, pues debió abordar un avión que sufrió un accidente fatal.

El salsero, radicado en esta isla desde hace alrededor de nueve meses, promociona el tema “Canto a Puerto Rico”, en agradecimiento al apoyo del público.

“Tal vez no hayan más clubes que en otros países, pero el mejor ambiente salsero está concentrado aquí en la Isla. Si tú te conservas, y la gente te da el respeto de que estás entre los buenos, ¿por qué vas a estar fuera?”, comentó sobre su estancia en Puerto Rico, el cantante que vivió unos 25 años en Europa.

Con “Típicamente Azuquita” se materializa su sueño de traer a América su sello Melao, con el cual intentará además impulsar jóvenes salseros.

“La salsa siempre ha tenido esa amenaza, la lambada, el merengue también nos dio duro. La salsa ha sabido mantenerse porque el reggaetón está fuerte, vamos a estar claro. No estoy en contra de eso. Apoyo a los chicos… El que nada contra la marea, se ahoga. Yo no quiero ahogarme, quiero mantenerme”, dijo Luis Argumedes, su nombre de pila, quien planifica incluir algo de reggaetón en su próxima producción.