Consolidada la mezcla de salsa y reggaetón

Tota

Es una lástima que dañen la salsa, un género de música tan agradable, que es reconocido mundialmente y que a tantas personas les gusta, con el para nada bueno reggaetón.

Con el exitoso lanzamiento del disco “Los Cocorocos” se confirma que las colaboraciones entre los cocolos y los cacos serán más frecuentes en el negocio del disco.

De alguna manera, la acogida de los álbumes “Salsatón” de Andy Montañez y “Back To Da Barrio” de Michael Stuart, además de la decena de dúos producidos para conciertos y compactos, han propiciado la producción de “Los Cocorocos”, cd que encabeza la lista de los álbumes tropicales latinos de la revista Billboard, dominando a Aventura, Marc Anthony, Monchy & Alexandra y Olga Tañón.

“Los Cocorocos”, una producción de Coallition Music Group distribuida por Motown-Universal, consiste de un puñado de clásicos de la salsa, interpretados por dúos de raperos y salseros.

El tema en promoción es ‘Los hombres no tienen la culpa’, con Gilberto Santa Rosa y Don Omar. La secuencia también incluye ‘Dos jueyes’ con Domingo Quiñones y Zion y ‘Che che colé’, éxito de Héctor Lavoe y Willie Colón que ahora cantan Víctor Manuelle y Tego Calderón.

En “Los Cocorocos” participan Julio Voltio y el corista de El Gran Combo, Papo Rosario, quien grabó con su hijo Aniel, entre otros artistas.

Colaboraciones y encuentros como el de “Los Cocorocos” serán motivo de otros lanzamientos durante el 2007 porque es una manera de que los salseros trabajen y reinventen sus propuestas apelando a la juventud seguidora de los nuevos ídolos de la música urbana.

El gancho es que Coallition Music Group ha reunido a artistas muy populares en ambos géneros, aparte del elemento sociológico que apunta a que los orígenes de la salsa y el reggaetón son parecidos o similares.

Mi opinión es que los salseros de trayectoria que intervienen en estos proyectos dejan ver su costuras: guisar en otro género, ante la falta de taller en su expresión natural. Algunos alegan que hay que atemperarse y evolucionar con los tiempos. A la larga, sin embargo, el afán por el negocio socavará su credibilidad, sin considerar que desvirtúan la identidad de la cultura salsera que forjaron Ismael Rivera, Héctor Lavoe y otras leyendas

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