El Gran Combo de Puerto Rico llena de sabor salsero a la multitud en Italia

Tota

– Eran pasadas las 12:00 de la medianoche del sábado y cerca de siete mil fanáticos aguardaban con ansias la presentación de El Gran Combo de Puerto Rico esperanzados por escuchar el sonido de una de las agrupaciones más importantes del movimiento salsero.

La multitud, mayoritariamente italiana, se aglomeró frente a la tarima principal del Festival Mundial de Salsa, que desde el jueves se celebra en esta capital en las instalaciones de la Fiera di Roma.

Los italianos, confundidos entre cientos de colombianos, venezolanos, peruanos, dominicanos, cubanos y un par de puertorriqueños, se congregaron frente al proscenio, algunos de ellos portando su insignia nacional, y avivando a los organizadores para que diera inicio la presentación de “Los Mulatos del Sabor”.

Un simple anuncio bastó para que la euforia se apoderara de los fanáticos.

“Buenas noches, vamos a presentar la máxima institución de la salsa. Directamente desde Puerto Rico, El Gran Combo”, dijo el maestro de ceremonias, articulando palabras entre español e italiano.

Los gritos y los aplausos del público –diverso en edad y género– tronó en el recinto ferial, al tiempo que los cuerpos comenzaron a contonearse justo cuando Rafael Ithier, líder máximo de la agrupación, dio las primeras notas al piano anunciando la interpretación de la melodía “Amor brutal”.

Los cantantes Charlie Aponte, Jerry Rivas y Papo Rosario, colocados al frente del estrado, recibieron los primeros vítores de los fanáticos. De inmediato, todos comenzaron a bailar desplegando unas destrezas impresionantes, variadas en formas y estilos pero destilando la misma energía y sabor.

La presentación de El Gran Combo de Puerto Rico, que tuvo una breve antesala la noche del viernes, fue la atracción más ansiada por la multitud que asistió al Festival Mundial de Salsa, uno de los eventos más importantes de baile salsero del mundo y, quizás, de los más concurridos.

Para los italianos, y otros europeos, la comparecencia de la agrupación boricua en este evento representó una gran novedad. Ver y escuchar a los músicos con quienes han aprendido a retorcer sus cuerpos alimentándose de rítmica antilla era, sin duda, casi un sueño realizado.

Para los cientos de latinoamericanos presentes, en cambio, el sonido de los integrantes de la “Universidad de la Salsa” evocaba nostalgia, lanzándolos a recordar las calles y los barrios en los que crecieron y donde las melodías “Aguacero”, “Gotas de lluvia”, “Se me fue”, “Vida vencida”, “No digas que no”, “Cheque falso” y “El sediento”, entre otras, han dominado la cultura musical de esos pueblos desde hace varias décadas.

Esa fanaticada latina, fue, precisamente, la que postrada frente a la tarima coreó todas las canciones del grupo, versando hasta los coros con basta precisión.

Sin vacilar, El Gran Combo interpretó “El matrimonio”, “Guaguancó del Gran Combo”, “El menú”, “Ámame”, “Brujería”, “Azuquita pa’l café”, “Dime que quieres” y “Timbalero”, despertando la euforia de la audiencia.

Ésta fue la quinta ocasión en que “Los Mulatos del Sabor” se presentaban en esta ciudad, la última fue hace ocho años, aunque nunca en un festival que reuniera a los más fervorosos seguidores del género.