‘Confesiones de una veterana de los videos’ es el título del libro de Steffans donde cuenta su historia del hip hop, revela nombres y destapa la polémica de supuestos abusos sexuales.
Ella es Karrine Steffans.
Agencias
La historia de Karrine…
En su narración, Karrine cuenta facetas de su vida hasta ahora desconocidas, por ejemplo que a los 13 fue violada por un hombre que conoció en una fiesta house. A los 16 era ‘striptisera’, y bailaba para atletas profesionales -ganaba a veces mil dólares por noche. A los 17 se fue a vivir con Kool G Rap, un rapero en decadencia, que era 10 años mayor. La unión produjo un hijo.
Su relación con Kool G Rap, al que describe como tumultuoso, la introdujo al mundo crecientemente comercializado de la música rap y le dio amplios motivos para que buscara una vida diferente. Era el inicio de la era de los trajes brillantes del hip-hop y cuando miraba los videos en la televisión por cable Steffans quería formar parte de él.
“Yo envidiaba a las mujeres de esos videos, sus cuerpos perfectamente voluptuosos… yo quería estar ahí, no me importaba quiénes fueran”, escribe en su libro. Pronto, con amigos de la industria mostrándole cómo moverse en Los Angeles, lo logró.
Steffans tocó fondo después de una sobredosis que casi la mató, perdió su apartamento y descubrió que sus amigos famosos la habían abandonado. Se dio cuenta de que estaba persiguiendo cosas equivocadas en compañía de gente que no le convenía. Entonces empezó a escribir.
Ella es Karrine Steffans.
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Una vez publicado su libro el año pasado, fue catalogado por los ejecutivos de la industria como cazafortunas, soplona, mentirosa, feminista y oportunista. En una ocasión fue hasta amenazada de muerte.
Otras revelaciones…
Con base en este libro, el pasado 27 de febrero el programa de televisión el Show de Cristina invitó a jóvenes modelos para que contaran sus sórdidas historias acerca de las experiencias para ser modelos.
Anécdotas escandalosos que van desde propuestas sexuales por parte de los productores y de los mismos artistas para las modelos, hasta tener que mostrarse desnudas en una audición para poder ser elegidas.
Una de las chicas invitadas señaló que tuvo que masturbarse en frente de las cámaras para que los productores pudieran definir si ella era la persona que necesitaban.
Lo cierto de todo, es que las letras de las canciones de rap, reggaetón, hip hop y norteña degradan a la mujer tratándola como un objeto sexual… ¿Será esto el comienzo de todo?
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