Gran Sabor boricua en la Calle 8

Tota

– Las hermanas mayagüezanas Dayanara y Claudia Bracero resumieron en sus camisetas mucho del espíritu del más reciente Carnaval de la Calle Ocho, efectuado la tarde del domingo. Impreso al frente de sus t-shirts azules se leía: Puerto Rico.

Así, la celebración número 28 de la fiesta que anualmente auspicia el Club Kiwanis de La Pequeña Habana cerró la serie de eventos que componen Carnaval Miami 2006 y lo hizo con sazón, olor y sonido boricuas.

“Ésta es la primera vez que venimos y lo hicimos porque la mayoría de los artistas son puertorriqueños”, dijo a El Nuevo Día Dayanara Bracero, de 20 años.

“Vienen (intérpretes) de reggaetón, de salsa, es bien variado y creo que eso lo hace tan popular entre nosotros”, agregó Claudia, de 18 años, antes de seguir recorriendo las 23 cuadras que componen el trayecto del Carnaval.

Tarima tras tarima, los gritos de “¿Dónde están los boricuas?” y “¡Puerto Rico!” eran tan predominantes como los ecos de reggaetón que retumbaban a lo largo de la calle y que tenían a muchos -y no sólo puertorriqueños- demostrando sus habilidades para el perreo.

Desde Julio Voltio hasta Fat Joe, de Dynasty & Padrino a Taíno, el reggaetón fue el plato fuerte del día. Pero también estuvieron Jerry Rivera, Frankie Negrón, Richie Rey & Bobby Cruz, El Gran Combo de Puerto Rico (que no se ha perdido un Carnaval), Grupomanía, Rakim y Ken-Y, Jay D, Cheka, Zion & Lennox, Shalim, los venezolanos Oscar D’ León y Gabriela Spanic, y muchos otros.

La masiva mezcla de hispanos, con los boricuas y los cubanos a la cabeza, que se aglomera ante cada escenario para ver gratuitamente el repertorio artístico, es lo que atrae a muchos publicistas de la industria musical a participar en el Carnaval.

“Para los artistas en desarrollo y para algunos grandes, el Carnaval de la Calle Ocho es una gran oportunidad de conectar con el público”, explicó la veterana publicista puertorriqueña Nini Ruiz, quien como parte de la agencia L.O.T.O., trajo a un diverso grupo de cantantes consigo aprovechando que están de promoción en Miami: Luis Muñoz, Joche, Danilo y el grupo Los Inmorales.

“Ellos viven en otros países, pero aún así saben lo que es el Carnaval de la Calle Ocho”, continúa Ruiz. “Lo que no se imaginan es lo grande que es”.

De los más grandes artistas de la tarde se encontraba Jerry Rivera, quien subió al escenario de la cadena Telemundo y provocó sensación cantando Vuela muy alto, Ay mi vida y Amores como el nuestro.

Para el cantante puertorriqueño, en promoción de su más reciente disco, Ay mi vida (Sony BMG), pisar Calle Ocho fue un grato regreso.

“Hacía como seis años que no me presentaba”, dijo entusiasmado Rivera tras bajar del escenario.

Rivera disfruta sobremanera este tipo de presentación, explicó, “porque no todo el mundo puede comprar un boleto para un concierto y ésta es una forma de que vean al artista y de que el artista tenga un contacto más cercano”.

El Nuevo Día supo que Rivera pudiera hacer una aparición especial en el concierto de Wisín y Yandel este sábado en el Coliseo José Miguel Agrelot.

Contacto con el público también lo tuvo una de las veteranas del movimiento del rap y el hip hop, la cantante Lisa M, que luego de cinco años sin grabar presentará en los próximos meses el disco Respect (White Lion/Sony BMG).

“Ha sido un parto bien parío, pero nacimos para esto y es lo que a mí me gusta más hacer”, comentó riendo Lisa M antes de salir al escenario de Telemundo. “Quiero que la gente sepa que, aunque yo vengo de la vieja escuela, lo que está pasando ahora no es nuevo para mí. Lo he hecho toda mi vida, pero ahora con unos cambios para adaptarlo a los tiempos”.

Alguien que también ha dedicado su vida a un arte es María Ruiz, salvo que el talento aquí no es para el canto o el baile, sino para la cocina.

Ruiz, junto a su esposo Ariel, manejaron durante el Carnaval uno de los puestos de comida más concurridos: de platos puertorriqueños.

“Esta es la segunda vez que venimos a Calle Ocho”, compartió Ariel Ruiz mientras que su esposa y otras siete personas vendían pasteles, morcillas, arroz con gandules, pernil, bacalaítos y alcapurrias.

“Llevamos dos semanas preparándonos para esto. Y desde el día anterior no dormimos, porque es mucho trabajo”, comentó Ruiz de buen humor.

“Pero tenemos la experiencia ya y la comida puertorriqueña se mueve”.