La pareja figura en la lista de famosos –que incluye a la otrora enemiga de Tom Cruise, Brooke Shields–, que presenciarán el enlace en la localidad de Bracciano.
Brooke Shields y Tom Cruise protagonizaron una rencilla pública el año pasado luego que el astro de “Misión: Imposible III” criticara a la actriz por tomar antidepresivos tras tener a su primera hija.
Cruise, haciendo eco de la cienciología, declaró en el programa “Today” de NBC que la depresión puede tratarse con ejercicio y vitaminas en lugar de fármacos.
Shields dijo en septiembre que Cruise se disculpó personalmente con ella, y el vocero del actor, Arnold Robinson, confirmó que ambas personalidades habían hecho las paces.
También se vio llegar el jueves al aeropuerto a los actores Jim Carrey y Jada Pinkett Smith.
Tom Cruise y Katie Holmes mantenían en suspenso a sus seguidores, deseosos por saber dónde oficialmente será la ceremonia programada para mañana, sábado.
Lo que sí se sabe es que los contrayentes irán vestidos con trajes de Giorgio Armani y, según aseguran algunos medios locales, la hermana del diseñador, Roberta, se ha trasladado a Bracciano para dar retoques de última hora al traje del novio, debido a algunos kilos de más.
El miércoles por la noche, los novios hicieron una visita de cortesía al alcalde Walter Veltroni, dijo el jueves la municipalidad, anulando los rumores de que acudieron al ayuntamiento para solicitar una licencia de matrimonio.
Cruise, de 44 años, y Holmes, de 27, se comprometieron en junio del 2005 y el 18 de abril de 2006 tuvieron una hija, Suri.
Los padres de la actriz llegaron el jueves a la capital italiana, y partieron rápidamente en una camioneta que los aguardaba en el pequeño aeropuerto de Ciampino.
La famosa pareja, hospedada en el lujoso hotel Hassler, se reunió con los padres de Holmes en el cercano hotel St. Regis Grand, donde pasaron cerca de una hora antes de devolverse al Hassler.
La especulación en torno al lugar donde se llevará a cabo la boda el sábado gira en torno a un castillo del siglo XV con vista al Lago de Bracciano, cerca de Roma.
La municipalidad de Bracciano dijo que no ha recibido ninguna solicitud para celebrar el matrimonio, pero en el Castillo Odescalchi se prepara algo que da indicios de una gran fiesta.
Aunque no ha confirmado el hecho, el ayuntamiento de Bracciano pide 100 euros ($85) y 1.000 euros ($850) a los fotógrafos, periodistas y televisoras que quieran seguir la entrada de los novios e invitados
Incluso, ha prestado dos salas de su sede que harán de “sala de prensa”, aunque sin teléfonos, ni líneas de Internet, informó el municipio.
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