Tiene cinco discos grabados desde que en 1997 decidió lanzarse como cantante de salsa. Pero como suele ocurrir con los jóvenes talentos, la disquera le dijo qué clase de música debe grabar “porque esto vende” y lo pusieron a cantar salsa romántica. A Michael Stuart no le fue mal con esos discos, pero no era exctamente lo que él quería.
Con Back to da barrio, su sexto álbum, se siente como pez en el agua. “La salsa ‘dura’ es lo que me pone a gozar, es lo que me llena. Me di cuenta que lo que estábamos haciendo los cantantes de ahora era cantar temas románticos y ésa no es la esencia de la salsa, de la salsa pa’l bailador”, dice Stuart conversando con La Opinión en su reciente visita a Los Ángeles.
Y eso es este nuevo álbum grabado con Machete Music. Stuart trae éxitos de reggaetón cantados y soneados en salsa dura, entre ellos, Mayor que yo, éxito de Daddy Yankee, Pobre diabla, de Don Omar, Noche de travesuras, de Héctor el Father, Ven báilalo, de Ángel y Chris, Ella y yo, de Don Omar a dúo con Aventura, No soy tu marido y Loco, de Nicky Jam
Todo el disco es bailable, con el sabor de la llamada salsa “dura”, salsa “pesá”, aquélla que brilló en los primeros niveles de preferencia hace unas tres o cuatro décadas. Ahora se mantiene todavía gracias a la vigencia de las orquestas y cantantes salseros de entonces, que continúan viajando y grabando discos, aunque sea sólo para escucharse en algunas radioemisoras especializadas y en determinados horarios.
Sin embargo, con la desaparición de algunos de sus mejores exponentes, como Héctor Lavoe, Celia Cruz, Tito Puente y, recientemente, Ray Barreto y el casi retiro de las tarimas de otros, como Willie Colón, Rubén Blades, sumado a la fuerza con que el reggaetón —con voces de jóvenes puertorriqueños— ha ingresado al mercado, hay la sensación de que la salsa, incluyendo la llamada romántica va perdiendo espacio en el espectro musical, precisamente porque las nuevas generaciones no se dedican a cantarla.
“La juventud [boricua] se arrimó al reggaetón porque entró en momentos en que la salsa había bajado en niveles de audiencia. Los jóvenes tenían hambre de algo nuevo, algo urbano, algo con lo cual pudieran identificarse. Finalmente todos estos cantantes de reggaetón tienen influencia de la salsa”, explica Stuart sobre el surgimiento de Daddy Yankee, Vico C, Don Omar y los otros reggaetoneros puertorriueños.
Cuenta que él mismo convirtió en reggaetón dos temas cantados en balada en su anterior producción Sin miedo. “Yo escuché a Daddy Yankee decir que su música tiene influencia de salsa, a Residente de Calle 13 decir que era un salsero malo, a Vico C y Julio Voltio que son fanáticos de Héctor Lavoe, lo cual muestra que a ellos les encanta la salsa”.
Michael Stuart, nació en Nueva York, de padres puertorriqueños quienes se lo llevaron a la Isla del Encanto cuando aún era muy niño. “Yo soy boricua cien por ciento”, afirma el cantante que toma esta decisión de dedicarse a la salsa callejera, de rumbero, como algo muy serio.
“Espero que esto sea el renacimiento de la salsa. Yo soy responsable de mantener un legado y sé que no estoy solo en esto. Ya En Clave hizo un disco con este ritmo y le ha ido muy bien. Además, NG2, con las voces de Norberto —quien cantó hasta hace poco con Víctor Manuel— y Gerardo Rivas, hijo de Jerry Rivas (de El Gran Combo de Puerto Rico) hizo su disco más nuevo con salsa dura y ha pegado tremendamente”.
Stuart ya estuvo en Europa y Latinoamérica con su ritmo caliente y tiene una trayectoria musical al lado de los mejores salseros. Bautizado por Eddie Palmieri como “El Mulato Rumbero”, grabó con el pianista y Tito Puente, Masterpiece, ganador de un Grammy. Johnny Pacheco acaba de hacer un disco con la voz de Stuart, donde también aparecen Gilberto Santa Rosa, Adalberto Santiago, José Alberto “El Canario”. “En ese disco están los ‘bravos’, es decir todos maestros”, comenta el cantante con cierta satisfacción de estar incluido en esa producción.
Muy buena elección entre estas nuevas voces de la salsa, porque Stuart tiene, de verdad, ese tono de voz que suena tan clásico en los soneros: un registro alto pero fácil de modular para los bajos y los soneos. Con sus 31 años y si no se deja arrastrar por el reggaetón, es una esperanza para los fanáticos salseros que esperan por el resurgimiento de su ritmo.
“Ya yo comencé y esto no lo para nadie. Y lo voy a seguir haciendo en mi próximo disco. Yo soy responsable de que esto siga. Es lo más importante en mi carrera. Es cierto, todos queremos vender discos y se tiene una disquera a la que se debe responder. Ojalá yo pudiera vender todos los discos del mundo con este ritmo. Pero para mí es más importante mantener un legado que existió, que existe todavía, pero que nosotros mismos hemos dejado caer a los niveles donde se encuentra ahora”.
Cuenta que su próxima producción que ya se está preparando viene “más fuerte todavía”. Tendrá tres temas producidos nada menos que por Willie Colón, dos temas compuestos por Johnny Pacheco, arreglos de Bobby Valentín, de Papo Lucca y Oscar Hernández (director de Spanish Harlem Orquestra), Roberto Roena estará tocando bongó, y la trompeta es de Luis “Perico” Ortiz.
“Sólo falta que las disqueras promocionen bien a los nuevos grupos que están surgiendo en Puerto Rico, como lo está haciendo mi disquera. Hay que empezar a moverse y que la salsa con nuevas voces se escuche no sólo en la isla sino fuera de ella. Llegar aquí, a la costa Oeste, y al resto del mundo”.
Hablando sobre su trabajo personal en este proyecto, Stuart dice: “Yo vengo aquí con Back to da barrio, un masterpice, uniendo dos géneros, dos ritmos, pero con un sólo propósito: que entren nuevamente al ritmo de la salsa, al ritmo de la música urbana, de barrio, que conozcan lo que es cultura. Esto es tanto para los raperos, reggaetoneros, como para los salseros”.
Qué más se puede pedir. Como agrega el joven salsero, quien se viste igual que todos los de su edad, le gusta el reggaetón, el “perreo”, y canta igual que ellos: “¡Yo soy el que necesitaban!”.
© CARACOL S.A. Todos los derechos reservados.
CARACOL S.A. realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.