Shakira embruja con su esencia artística

Tota

– Más en contacto con sus instintos musicales y alejada de aquella imagen de rubia de magazín con la que se proyectó hace media década en su conquista anglosajona, la diva colombiana Shakira se enfrentó el miércoles a esta ciudad catalana, sumando otro espectáculo lleno a capacidad en su gira por la nación española.

El imponente Palau Saint Jordi, con capacidad para 17.000 espectadores, fue el escenario donde la sensual barranquillera embrujó a sus pasionales fanáticos, que bailaron y cantaron sin cesar durante más de hora y media al ritmo de nuevos éxitos y clásicas creaciones musicales que, durante los pasados diez años, han coronado a Shakira como la reina indiscutible del pop rock latinoamericano.

La actual gira mundial de conciertos de la artista, denominada “Fijación oral”, al igual que los dos volúmenes de su más reciente proyecto discográfico, es un espectáculo simple, con un enfoque más musical y artístico, dejando atrás la magna producción de su anterior recorrido.

Como si rindiera homenaje a su imparable trayectoria, la cantautora inició su recital barcelonés a las 10:15 de la noche con el éxito que en 1996 la catapultó a la fama internacional: “Estoy aquí”. Acordes orientales y proyecciones en telones que descendían al proscenio, adornaron el espectáculo para el que la artista, descalza, utiliza un vestuario casual poco pretencioso.

Tras encender los ánimos con su homenaje a España, “Te dejo Madrid”, la rockera confesó a la audiencia la posesión de una “conexión especial innegable ancestral” con Barcelona, además de que el concierto representó la “culminación de un proyecto” cuyo concepto nació en la famosa ciudad reconocida por su patrimonio arquitectónico.

Además de desencadenar el torrente de su potente y particular voz, Shakira, que expresó algunas palabras en catalán, dio rienda suelta a su versatilidad artística, ejecutando la armónica y la guitarra, e impresionando con sus emblemáticos movimientos de cadera.

El show, concebido por el fotógrafo español Jaume de la Iguana, consistió mayormente de temas en español, sin embargo, Shakira pudo convencer al público con piezas en inglés, como “Don’t Bother” y “Hey You”.

Mas fueron sus creaciones en castellano las que arrancaron mayores pasiones, especialmente la frenética “Si te vas” y la inolvidable “Inevitable”, ambas extraídas de “¿Dónde están los ladrones?” (1998), álbum que para muchos, es su mejor producción discográfica. De igual forma, la misteriosa “La pared” consiguió unir las voces del público en su mayoría joven.

También resultaron especiales las interpretaciones de “No”, en la que estuvo ataviada en un traje rojo con mangas que simularon las alas de una mariposa; “Obtener un sí”, tema con influencias del bossa nova; y el antiguo éxito “Antología”, que presentó de forma acústica.

En “Suerte” y “Ojos así”, la artista demostró su habilidad para la danza del vientre, contagiando a la audiencia que no pudo resistir ponerse de pie e imitar los movimientos de la estrella, mientras que antes de la falsa salida, cantó “Ciega, sordomuda”, que puso a todos a saltar y bailar.

La ganadora de dos premios “Grammy”, cuenta en su actual gira con varios de los músicos que la han acompañado en sus dos anteriores recorridos mundiales, el “Tour de la mangosta” (2002-2003) y el “Tour Anfibio” (2000), como el baterista Brendan Buckley, el guitarrista Tim Mitchell, quien a la vez dirige la orquesta, y el tecladista Albert Menéndez.

Éste también se unió a Shakira vocalmente en “La tortura” y “Hips Don’t Lie”, que cerró el concierto bajo una lluvia de confeti, en sustitución de Alejandro Sanz y Wyclef Jean, respectivamente.

La gira “Fijación oral”, culminará su paso por España el 5 de julio, en Santa Cruz de Tenerife, y llegará a Estados Unidos el 9 de agosto, en El Paso, Texas.