Willie Colón se despide de la música

Tota

Willie Colón, el músico de origen puertorriqueño nacido hace 56 años en Nueva York que cambió la música tropical con atrevidos arreglos salseros, dijo esta semana que se retirará en noviembre del 2007 de los escenarios para dedicarse a una larga lista de proyectos, entre ellos escribir sus memorias.

Colón, el hombre clave del éxito entre los cantantes más emblemáticos de la salsa –el boricua Héctor Lavoe y el panameño Rubén Blades– se despedirá de sus admiradores con una serie de conciertos que comenzarán el sábado en el centro nocturno La Covacha, en el noroeste de Miami.

”Quiero escribir más, quiero componer más”, dijo el carismático trompetista y trombonista en entrevista telefónica con El Nuevo Herald desde Nueva York. “La viajadera después del 9/11 es muy difícil, por lo que tocar fuera de mi base de Nueva York se me complica, aunque todavía disfruto las dos horas que paso en la tarima, pero ya son 40 y pico de años haciendo esto”.

Colón comenzó su carrera en 1967, cuando tenía apenas 17 años, con la grabación del álbum El malo, con el que llamó la atención del público por su contenido urbano distinto a los temas que predominaban hasta entonces, donde las letras hablaban casi siempre de “yo te quiero, tú me quieres, nos queremos”.

”Con Pedro Navaja, que cantó Rubén, y Juanito Alimaña, que cantó Lavoe, tomamos delincuentes como personajes centrales, pero al final se hacía justicia”, resaltó Colón. “La salsa de hoy no tiene ese sentido callejero, de suciedad, es demasiado limpia. El reggaetón podría reflejar mejor la temática pura de la salsa de entonces”.

La salsa, la mezcla de la guaracha, el son y guagancó cubanos con los arreglos de jazz latino predominantes en Nueva York en la década de 1960, adquirió un sonido casi sinfónico cuando Colón incorporó cuerdas a temas como El cantante, escrito por Blades e interpretado magistralmente por Lavoe, y Periódico de ayer, también en la voz de Lavoe.

”Con Periódico de ayer quise agregarle cuerdas a la salsa”, contó el músico que a pesar de haber nacido y crecido en El Barrio, en la parte alta del este de Manhattan, siempre se mantuvo dentro del mundo latino. ‘Fui donde el dueño de la Fania, Jerry Masucci, y cuando le propuse el arreglo que nunca nadie había hecho, me dijo: `tú vendes sin eso’ y yo le respondí que `si no pega el disco, yo lo pago de mi bolsillo. Esto es algo muy importante porque va a elevar la categoría de la salsa”.

Y Colón tenía razón. Al poco tiempo de salir a la venta y escucharse en las radioemisoras subió como la espuma en los rankings, Colón no tuvo que sacar ni un centavo de su bolsillo y se consagró como el músico más innovador del género.

”Yo me siento muy dichoso de haber tenido la suerte de trabajar con gente como Rubén, Héctor y Celia Cruz, con los que recorrí casi todo el mundo. Sólo me faltan unos pocos países por conocer, entre ellos Uruguay y Paraguay”, agregó.

Para un músico de la estatura de Willie Colón debe resultar bastante difícil escoger un tema favorito entre los casi 500 que grabó en sus cuatro décadas de carrera, pero, al contrario de otros artistas que comparan sus creaciones con los hijos, en el sentido de que no pueden tener un favorito, él sí tiene su preferido.

”Mi canción preferida es Idilio, de Titi Amadeo”, dijo sin titubear, con lo que gran parte de sus admiradores coincidirán, aunque otros prefieran Sin poderte hablar, Gitana y Oh, qué será, el tema central de la película brasileña Doña Flor y sus dos maridos (1978), compuesta por Chico Buarque e interpretada por Simone.

Al resaltarle que a través del tiempo ha mantenido una inclinación por la música brasileña, Colón explicó que no sólo le gusta ese tipo de composiciones, sino que “siempre he tenido un gusto ecléctico, tengo una colección de discos donde hay de todo. En mis comienzos, el brasileño Sergio Mendes estaba bien pegado, Herb Alpert y la Tijuana Brass también ofrecían un sonido distinto. En Nueva York escuchaba radioemisoras que tocaban los más diferentes tipos de música, lo que influyó en mí enormemente”.

Concierto de despedida de Willie Colón, sábado 29 de julio en La Covacha, 10730 NW 25th Street, Doral. Entradas $30 por persona. Para reservaciones, llamar al (305) 468-9460, o a través de la internet en www.lacovacha. com.