El Gran Combo realiza homenaje a Colombia

Tota

– El próximo disco que grabará El Gran Combo de Puerto Rico, en el marco de la conmemoración de su 45 aniversario, incluirá el tema “Colombia tierra querida”, una cumbia transportada a la salsa que mezcla la cadencia de ambos ritmos.

La intención es reciprocar el cariño y apoyo que por tantos años ha vertido el pueblo colombiano a la música de “Los Mulatos del Sabor”, según confiesa el líder de la agrupación, Rafael Ithier, quien la noche del sábado interpretó por primera vez el tema frente a más de seis mil personas que se reunieron en el patio del centenario hotel El Prado, en la ciudad de Barranquilla.

Tras escuchar los acordes de “Colombia tierra querida”, los fanáticos comenzaron a mover sus cuerpos a coro, con un fuerte alborozo. Desde la tarima, la audiencia parecía una marea en la que los movimientos corporales simulaban oleadas, en una escena impactante.

Los barranquilleros endosaron la osadía del líder salsero y aplaudieron con fuerza el homenaje. No era para menos. El Gran Combo es una institución colmada de gloria en estas tierras y Rafael Ithier, una figura a quien los colombianos idolatran.

Tampoco es la primera vez que la agrupación rinde homenaje a Colombia a través de sus canciones. En el pasado, el afecto a este país ha quedado consignado en la armonización salsera de algunos famosos vallenatos, como sucedió con “Don Goyo”, “Julia”, “Por ella”, “Simulación”, “Amor frustrado”, “Nido de amor” y “Carta al creador”.

“Para nosotros éste es un grupo local, ya casi no se le considera extranjero, y es el que más seguidores tiene en el país, reuniendo gente adulta y joven. Además, el pueblo colombiano no los ve como músicos, acá son queridos porque son seres humanos. Lo más grande es su ser, lo que son como personas, y eso se palpa en el público que se vuelca a ellos cuando salen de la tarima. Fíjate que ellos van entre la gente sin guardaespaldas, aunque no les permitan caminar, mezclándose con el pueblo. Eso es lo más grande”, asegura el musicólogo cartaginense Luis Fernando Martínez.

Y es que los músicos de El Gran Combo han logrado calar con fuerza en el pueblo colombiano desde principios de los años 70, aunque no fue hasta 1980 –recuerda Rafael Ithier– que visitaron este país por primera vez tras el abrumador éxito que alcanzó el tema “Brujería”.

Su primera cita fue en la ciudad de Barranquilla, pueblo que abrió la ventana para que “Los Mulatos del Sabor” iniciaran la etapa más fervorosa de su carrera internacional.

“Nosotros habíamos penetrado bastante en Colombia con (las canciones) ‘Eliminación de feos’, ‘Un verano en Nueva York’ y ‘Las hojas blancas’, justo antes de que la Fania comenzara a tener fuerza (en este país). Pero cuando (Jerry) Masucci abre este mercado la gente comenzó a pedir nuestra música porque era la que conocían y ahí arrancamos fuerte con ‘Timbalero’, ‘Azuquita pa’l café’ y ‘Carbonerito’, lo que nos convirtió en un fenómeno”, anota Rafael Ithier.

Desde entonces, Barranquilla se convirtió en la ciudad punta para su internacionalización, a partir de la cual El Gran Combo se transforma en figura musical trascendental en Colombia, capturando también los mercados de Cali, Bogotá y Medellín.

Por eso, cada vez que se anuncia la presencia del grupo en estas tierras el entusiasmo colma las calles y los parroquianos se llenan de emoción porque ansían ver a sus ídolos salseros.

Este afecto quedó correspondido en el monumental espectáculo que escenificó el grupo la noche del sábado, en el marco de la celebración de las fiestas de carnaval.

Un público ansioso aguardó firme por la llegada a tarima de los músicos boricuas hasta las 2:15 de la mañana, luego de haber escuchado las orquestas de Sergio Vargas, Joe Arroyo y el folclorista Diómedes Díaz.

Tan pronto se anunció el arribo de “La Universidad de la Salsa” –mote que le puso hace años al grupo el periodista barranquillero Ley Martín–, la audiencia armó una enérgica algarabía.

Querían escuchar la salsa puertorriqueña de uno de sus más fieles exponentes. Sin demora, Rafael Ithier tomó “prestado” su piano y marcó los acordes de “Compañera mía”, al tiempo que una bulla retumbó por el recinto y los fanáticos comenzaban a mover sus cuerpos.

“Ámame”, “Aguacero”, “El menú”, “Ojos chinos”, “Arroz con habichuelas”, “Brujería” y “Me liberé” continuaron la fiesta, manteniendo a la concurrencia vigorosa hasta las 3:30 de la madrugada.

Anoche repetirían la hazaña en el mismo proscenio. Hoy, lunes, parten a Panamá donde realizarán un espectáculo esta noche, y otro mañana, martes.