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Evocan la memoria de Dámaso Pérez Prado en un festival musical

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“El Rey del Mambo” nació el 11 de diciembre de 1916.

México.- El músico y compositor cubano Dámaso Pérez Prado, “El Rey del Mambo”, un icono de la cultura latina mundial, cuyos temas fueron interpretados el mes pasado en el Trigésimo Festival de Convivencia Musical Mixe, cumpliría 91 años este martes.

En el marco del 30 aniversario de la Fundación Capacitación Musical y Desarrollo Cultural Mixe (Cecam), alrededor de mil músicos se congregaron para interpretar una docena de composiciones mixes, con piezas de autores clásicos y contemporáneos, como las de Pérez Prado.

Dámaso Pérez Prado nació el 11 de diciembre de 1916 en Matanzas, Cuba. Comenzó a estudiar el piano para luego viajar a La Habana, donde vivió de manera intensa la época de oro del son cubano.

Desde muy joven, el pianista consiguió colocarse en algunos grupos musicales que tocaban en lugares famosos, y fue en una de estas agrupaciones, en las que conoció al cantante Orlando Guerra, “El Cascarita”.

En 1942, Pérez Prado entró a una de las mejores agrupaciones de la isla, la Orquesta Casino de la Playa, y gracias a su trabajo en ella y al apoyo de algunos de sus compatriotas establecidos en México, el cantante llegó a este país.

Al poco tiempo, formó una orquesta con la instrumentación de las grandes bandas de jazz, adicionada con la percusión afrocubana y creando el sonido que fue desde entonces su sello y con el que originó el estilo del mambo.

Desde ese momento, este ritmo se convirtió en la gran atracción de la época, para formar parte de la escena popular con temas dedicados a los ruleteros, a los estudiantes del Instituto Politécnico o de la Universidad.

A principios de la década de los 50, el éxito del mambo fue rotundo y la vida personal y musical de Pérez Prado vivió siempre ligada a éste, a pesar de sus esfuerzos por crear y popularizar otros géneros, como el suby o el dengue.

Su éxito con el mambo fue tan grande, que terminó por filmar una película que se llamó “Al son del mambo”, la cual se realizó en Cuba y México.

El músico Benny Moré se unió a su orquesta, contratado para amenizar un baile en un club nocturno en Los Angeles, California.

El éxito fue tan grande que lo firmaron para hacer una gira por Estados Unidos. La compañía RCA lo contrató como artista exclusivo y el Cha de Irán le dio una chequera en blanco para inundar el mundo entero del ritmo del que fue creador y en un corto periodo escribió tantos mambos que empezó a enumerarlos.

Por lo que dichos temas se titularon: “Mambo No. 1″, “Mambo No. 2″, “Mambo No. 3″, y así sucesivamente. Uno de los más famosos fue el “Mambo No. 5″ y el “Mambo No. 8″.

Además, Pérez Prado fue el primer artista latino en colocar un tema en el número uno del Billboard Chart estadunidense durante 26 semanas. Este número lo tituló “Cerezo rosa”.

Debido a algunas restricciones impuestas por la Asociación de Músicos de Estados Unidos, cuando Pérez Prado hizo su contrato con la RCA, exigió contratar los mejores músicos estadunidenses y mantener la sección de percusión en manos de negros cubanos.

Los músicos famosos que se pasearon por la orquesta de “El Rey del Mambo” fueron: Benny Moré, Johnny Pacheco, Mongo Santamaría, René Bloch, Patato Valdez, Cándido, Ray Barreto, Maynard Ferguson, Shorty Rogers y Doc Severinsen, entre otros.

En 1952 Pérez Prado llegó a Chile y se presentó en el Tap Room y en el Teatro Opera con desbordante éxito. Los eventos en que participó fueron: “A tablero vuelto” y con gran cobertura de la prensa de la época, como su actuación en el popular “Rosedal”.

De manera paralela, fue calificado en el mundo como un “boom” y la RCA Víctor lo consideró un bastión comercial. Entre los músicos de su banda, destacó Maynard Ferguson, uno de los más grandes trompetistas del orbe y uno de los máximos agudistas.

Los cronistas de la época aseguraban que Dámaso no sólo influyó a los músicos nacionales, sino que también gatilló un estilo, con un look de bigote recortado y muchos cuellos almidonados.

Su figura comenzó a ser muy familiar para el público y quizá por lo exacto del apodo de “Cara de Foca”, mismo que se le quedó a pesar de que sólo surgió como una ocurrencia de Benny Moré, quien dijo que el mambo fue creado por un chaparrito con “cara d’foca”.

Pérez Prado adquirió la nacionalidad mexicana en 1980, para pasar los últimos años de su vida como ciudadano del país que lo acogió y lo lanzó al mundo.

El creador de “La chula linda”, “Caballo negro” y “El ruletero”, entre otras creaciones a ritmo de mambo, falleció el 14 de septiembre de 1989, a los 73 años, en Estados Unidos, dejando atrás un ritmo que lo mantiene vigente hasta la fecha.

Actualmente, su legado musical continúa vivo en la cultura popular latina que lo ha internacionalizado después de muerto, varias canciones han estado en programas como “Los Simpson” o filmes como el de Pedro Almodóvar “Kika”.

En 1999, el cantante Lou Vega revivió el tema “Mambo No. 5″, con un “cover” que lo llevó a colocarse en los primeros lugares de popularidad en las listas del Reino Unido. Asimismo, su hijo, Pérez Prado Jr. continuó la música de su padre al lado de la Pérez Prado Orquesta, que hoy en día realiza varias actuaciones en la Ciudad de México.

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