Oscar D’leon Tributo a Cuba

Tota

Oscar D’León ha cantado prácticamente desde que aprendió a hablar en su natal Venezuela, pero cuando creció tuvo oportunidad de deleitar a los pasajeros de su taxi con los temas más populares de la música cubana.

Mañana sábado lo hará para miles de sus admiradores en el James L. Knight Center del downtown, en un espectáculo que él mismo ha bautizado como Un tributo a la música cubana, donde interpretará temas popularizados por su ídolo Beny Moré y otras leyendas de la música de la isla como Celia Cruz.

”De niño me influyó la música cubana”, confesó en reciente entrevista telefónica con El Nuevo Herald. “En mi casa se escuchaban todas esas canciones que forman parte del repertorio tradicional de ese país tan musical, por lo que no es raro que hoy mis conciertos giren en torno a esos temas”.

Antes de subir a un escenario, sin embargo, D’León tuvo que ganarse la vida como pudo, tal como el resto de los mortales, deleitando a los que subían a su taxi con esa voz que luego lo haría millonario.

”Yo siempre cargaba mi sonido sabroso, cantaba y me acompañaba golpeando con los dedos el volante”, agregó, recordando esa dura etapa de su vida. “Entre las canciones que más les gustaban a mis pasajeros figuraban Avísale a mi contrario, de Tito Rodríguez, y Yo no he visto a Linda, de Daniel Santos”.

Pero eso no significa que el sonero sudamericano se concentre totalmente en la música del ayer, ya que entre sus recientes grabaciones realizó una a dúo con el puertorriqueño Tego Calderón, a ritmo de reggaetón.

Aunque no adelantó cuál será el programa que presentará en su concierto de mañana, la canción que de seguro cantará será Llorarás, que constituye su carta de presentación y, además, es producto de su propia

inspiración.

”La escribí cuando era muy muchacho”, contó. “Para que no se me olvidara, la grabé en esas grabadoras caseras antiguas japonesas y una vez, cuando necesitábamos llenar en 1975 un LP [un disco de vinilo de larga duración] de Dimensión Latina, la incluí, sin pensar que iba a identificarme con ella para el resto de mis días”.

El éxito de la contagiosa Llorarás ha sido de tal magnitud, indicó el cantante que en sus espectáculos baila y hace acrobacias con su bajo, que el gobierno venezolano quiere hacerla parte del patrimonio cultural de Venezuela.

Luego de dejar a la legendaria Dimensión Latina para seguir su carrera en solitario, Oscar de inmediato dio el siguiente paso de su carrera: la internacionalización, debutando nada menos que en el Madison Square Garden de Nueva York en 1976, en un festival de salsa junto a Héctor Lavoe, Rubén Blades, Willy Colón y toda la artillería pesada de la Fania All Stars.

Cuando los 20,000 espectadores que repletaban el coliseo de la Octava Avenida de la Gran Manzana vieron a ese huracán de cabellera afro, bigote estilo cosaco y un pequeño bajo que hacía el papel de compañera de baile, el público lo ovacionó de pie mientras comenzaba su actuación con Mi bajo y yo, otro de sus temas característicos que sin dudas cantará el sábado.

Lo que sucedió en las tres décadas siguientes ya es historia, pero historia de éxito.

”He grabado más de 70 producciones discográficas”, dijo cuando se le pidió la cifra exacta de grabaciones a lo largo de su exitosa carrera. “Entre esos 70 discos incluyo los míos y los otros en que he participado como invitado, como es el caso de los dúos con Celia y mis participaciones con Tito Puente y otras bandas”• .