Raphy leavitt y cartagena Ganan batalla legal contra empresa de discos de karaoke

Tota

Raphy Leavitt destacó entre los daños que la recopilación ilícita es de sus temas más exitosos. Tras una vista en la que declararon artistas como Cheo Feliciano, el juez Daniel R. Domínguez ordenó a la empresa Tropical Zone pagar $900 mil al cantante y compositor Raphy Leavitt y $750 mil al productor Rafael Cartagena, dueño de canciones de El Gran Combo, por violar la ley federal de propiedad intelectual al vender discos de karaoke con música de estos artistas sin su consentimiento.

Como parte de la orden de Domínguez, Tropical Zone no debe vender más de esos discos, debe retirarlos de las tiendas y el juez también advirtió que, si la empresa no paga, pudiera encarar sanciones criminales, que según los abogados de los artistas implica hasta cárcel.

“El veredicto fue el más fuerte que podía dar el juez… Sí esperábamos que el juez fuera fuerte con esta gente, que son unos bandidos”, dijo José Alfredo Hernández Mayoral, uno de los abogados de Leavitt y Cartagena.

Temas

Las sanciones son a base de $150 mil por canción.

Los temas plagiados a Cartagena son:

Azuquita pa’l caféLa fiesta de PilitoNo hay cama pa’ tanta genteBrujeríaEl Menú

Los temas plagiados a Leavitt son:

La cuna blancaAmor y pazEl solitarioTe equivocasteEl buen pastorJíbaro soy La demanda se limita a esos discos. Hernández Mayoral y el abogado Juan Saavedra Castro no descartan llevar un futuro pleito de clase -como se pensó originalmente- contra Tropical Zone, porque muchos otros artistas se ven afectados.

Feliciano y Richie Viera, quien dijo que representa a más de 40 artistas -con éxitos cantados por Tito Rojas, Danny Rivera, Tito Nieves, Tommy Olivencia, entre otros- dijeron que contemplan demandar. El catálogo de 2007 de Tropical Zone incluye cientos de artistas en discos de karaoke.

“Puedo ver aquí en la portada mi nombre profesional, Cheo Feliciano”, testificó el sonero.

“¿Ha recibido alguna compensación?”, le preguntó el juez.

“Ciertamente, no”, respondió Feliciano.

Los hechos admitidos ayer en una vista ante Domínguez -en ausencia de Tropical Zone, empresa con sede en Miami y declarada en rebeldía por no contestar la demanda- son de que la empresa vende los discos con la música y la letra de los artistas, pero sin su permiso ni pagar regalías.

“Hay un continuo menosprecio a la Ley. No tengo la más mínima duda de que tenemos un caso de intencionalidad”, dijo Domínguez.

Leavitt testificó que el daño causado por estos discos grabados sin su consentimiento incluye que los artistas son desplazados de contrataciones en locales como barras y que la recopilación ilícita es de las composiciones más selectas de su carrera.

“Tú te metes al internet y sigues viendo cómo se abusa de tus derechos de autor”, dijo Leavitt a la prensa.

“Esto es piratería de cuello blanco”, lamentó Cartagena. “A uno no le afecta, pero yo conozco casos de viudas que están esperando su chequecito (de regalías)”, agregó el productor.