Salsero cubano Issac Delgado lleva su ritmo tropical ‘En primera plana’

Tota

El salsero cubano Issac Delgado, conocido mundialmente como “El Chévere de la Salsa”, promociona su más reciente álbum, que lleva por título “En primera plana”.

Hijo de la actriz, cantante y bailarina Lina Ramírez, Delgado es prueba de que “el que lo hereda, no lo hurta”.

El álbum Desde el Malecón lo colocó entre los grandes de su género en Hispanoamérica.

No obstante el éxito y la fama alcanzados, hace poco menos de un año el músico de 45 años cruzó la frontera entre México y los Estados Unidos para comenzar una nueva vida -y reiniciar su carrera- como exiliado.

“Dejé mi país porque habían muchas preguntas que yo no podía responderles a mis hijos. Salir de Cuba es duro por la parte espiritual y familiar”, señaló Delgado, que tiene cuatro hijos. Dos de ellos viven con él en EE.UU., y dos permanecen en la isla, por lo que este tema se le hace doloroso.

Al hablar de su más reciente álbum, En primera plana -en el que cuenta con la colaboración de maestros como Cachao, Gonzalo Rubalcaba y el gran conguero boricua Giovanni Hidalgo- el artista recupera el entusiasmo.

“Estoy muy feliz con este trabajo”, expresó Delgado, que logró colocar esta producción musical entre los diez primeros lugares en la lista Top Tropical Albums de Billboard.

“Hemos logrado un sonido contemporáneo; este disco tiene las raíces y la cubanía que yo no quiero que se pierdan. No hay que olvidar que todo lo nuevo, desde el reguetón hasta el hip hop, nace de variaciones y evoluciones sobre una base folclórica”, sostuvo.

Pero aunque está muy apegado a sus raíces musicales, Delgado siempre está abierto a otras influencias y géneros musicales. En este álbum incluye un tema flamenco, que, por supuesto, el artista ha re-interpretado en su estilo único.

“Se llama ‘Vengo venenoso’, y está muy bueno. Lo mismo que el tema que interpreto a dúo con Víctor Manuelle, que se llama ‘La mujer que más te duele'”, comentó.

Delgado, que actualmente promueve En primera plana, dice que lo único que desea lograr con su música, es “que cuando la gente la escuche, bailen y sientan un goce espiritual”.

“Mi música no es rebuscada; soy un hombre de pueblo, muy cotidiano. Quiero que la gente vea mi música como una forma de relajarse y de disipar las penas”, finalizó.

El artista recuerda que sus padres no sólo nutrieron su amor por la música desde que era pequeño, sino que lo apoyaron para que, con sólo diez años de edad, ingresara a estudiar música en el prestigioso conservatorio Amadeo Roldán de La Habana.

Pero a pesar de que recibió una educación musical formal, y, de hecho, se especializó en el cello, él prefiere el sentimiento por encima de la técnica.

“Yo soy un músico empírico, no tanto de formación. No dependo de mis estudios musicales, sino de mi intuición y mis sentimientos”, expresó a Efe.

Ese “feeling” -que no es otra cosa que la energía, la pasión y el sentimiento que pone en cada una de sus interpretaciones- lo llevó a dejar la universidad, donde estudiaba licenciatura en deportes, para cantar con el grupo Proyecto, al lado de uno de los grandes de la música cubana, el pianista Gonzalo Rubalcaba.

Más tarde Delgado pasó a ser la voz principal de uno de los conjuntos más famosos e influyentes de su país: NG La Banda.

“Con esta agrupación me di a conocer no sólo en Cuba, sino a nivel internacional”, dijo el artista, que a finales de los 90 se convirtió en uno de los máximos exponentes de la timba, que es el nombre que se le da en Cuba a la música bailable moderna.