
"No me supo a nada extraño, hasta que empecé a notar una cosa pesada dentro de la lata que se movía al agitar el líquido", apuntó.
Fue entonces, prosiguió, cuando, tras vaciar la lata en el fregadero de la cocina, comenzó a revolver el envase hasta que la cola del animal asomó por el orificio.
"La sensación de asco al ver que era una rata no se puede describir con palabras. Ese día, en casa, nadie fue capaz de comer", comentó el afectado que inmediatamente telefoneó al número de atención al cliente que aparece impreso en el envase.
"La empresa nos dijo que era imposible que un ratón pudiera estar en el interior de la lata por lo que decidimos presentar una demanda ante la Oficina de Consumo", donde abrieron un expediente para estudiar su caso, dijo.
Abal reclamó que se realicen controles más exhaustivos en el envasado para evitar que igual que le sucedió a él, le pueda pasar a cualquiera. "Incluso a un niño", observó.
La versión de la empresa
PepsiCo-España confirmó en un comunicado que hasta el momento no ha recibido ningún contacto por parte de las autoridades competentes en relación con el asunto. La intervención de las autoridades es imprescindible para garantizar el proceso y proteger tanto los intereses de los consumidores como el prestigio de la marca.
En todo momento, la empresa estará a disposición de las autoridades competentes para colaborar en este asunto y descubrir la verdad de los hechos. Añade que ha iniciado una investigación interna para detectar cualquier incidencia y que los resultados obtenidos hasta el momento no muestran anomalía alguna en el proceso ni variables que validen lo supuestamente acontecido.
Fuente: 20 Minutos (España)