Aprende a detectar mentiras sin que nadie lo note

A veces se nos hace difícil saber si nos están diciendo la verdad, y más cuando hay un motivo, por pequeño que sea que nos hace dudar. Con frecuencia hay momentos en donde debemos averiguar si alguien nos dice o no la verdad. Pero generalmente nuestro propio tono de voz y lenguaje corporal orientado en forma de interrogatorio, despierta señales de alarma en nuestro interlocutor, alterando nuestra facultad para detectar sus mentiras.

Pero ¿Cómo ser un buen detector de mentiras? En los siguientes diez puntos se explicará la forma en que se puede sacar una verdad con sutileza.

1) Elegir el momento adecuado, sin interrupciones. Siempre hay buscar que la conversación que tendrán (conversación, no interrogatorio), ocurra en un ambiente lo más privado posible. Evitar distracciones como tráfico, conversaciones de otras personas y llamadas telefónicas en la medida de lo posible.

2) La iluminación es muy importante. Lo ideal es que sea de día, con luz natural, de tal manera que no se dificulte observar ningún detalle de sus reacciones. La media luz, o una luz artificial pobre, limitan la percepción.

3) Actúar de manera casual. Se debe recordar de qué se trata de una conversación. Mejor hacerlo mientras se toma un café, o inclusive mientras ambos hacen actividades distintas. Lo más importante es no ir directamente al grano.

4) No hacer preguntas, tratar de llevar una conversación. Evitar una apertura agresiva como “¿Con quién estabas en la reunión?”. Mejor iniciar con afirmaciones como “De seguro fue una de esas reuniones aburridas de siempre… ¿Qué tan fastidioso estaba tu jefe?”. Cero ataques frontales; utilizar los flancos e inspira confianza.

5) Utilizar un tono de voz calmado, e inclusive inocente: Hablar con tranquilidad, cuando alguien es interrogado, se espera que hable, hable y hable; si en vez de forzar al otro que hable, el hablar uno mismo disfrazará las verdaderas intenciones.

6) No mirer directamente sino de reojo. ¡Este punto es muy importante! el contacto visual directo predispone a cualquiera, aún diciendo la verdad. Es preferible (y mucho más eficaz) concentrarse en el siguiente punto:

7) Prestar atención a las titubeos de la voz. No importa qué tanto se haya practicado un argumento para contestar; siempre existirán detalles excusados donde la voz -muy suavemente,- bajará de volumen. Quizás es tan sólo una palabra. Pero ésa será la pista principal; entonces dirigir la conversación a ese tema en particular.

8) Mantener la conversación en el tema: Es muy probable que independientemente de lo sutil que uno sea, quieran desviar el contenido hacia otras latitudes.

9)Ser más directo, simplemente estableciendo contacto visual franco y directo. Ya han pasado varios minutos desde que se inició la conversación, se notan algunos puntos “sospechosos” y se empieza a dudar de la veracidad de la historia. Lamentablemente la sutileza no puede durar para siempre; es hora de preguntar directamente, como con extrañeza, por qué se está contradiciendo en un punto en particular. Allí es donde empieza el show.

10) Aún cuando se descubra una contradicción, no apresurarse a acusar. En el Arte de la Guerra existe la regla de dejar al enemigo una vía de escape. Si quieren “huir” del tema, no los ataques; simplemente pregúntales ¿por qué quieren evadirse…? ¡Es sólo una conversación…! ¿Acaso tienes algo que esconder…?

Esta actitud “no violenta / no invasiva” siempre confundirá a quien está ocultando algo. Y lo mejor es que se genera desde el principio la confianza necesaria para que las contradicciones afloren solas. 

¿Algún otro consejo?