Como para comprender un poco el porqué de este extrañísimo suceso, veamos una breve descripción de los tipos de memoria que existen:
Memoria sensorial: es la capacidad de almacenar información a través de los sentidos, como el gusto, el oído, la vista, etc. Gracias a esta memoria podemos regresar a la niñez en un instante. O cuando vamos por la calle y nos pasa por el lado alguien con el mismo perfume de nuestra anterior pareja, automáticamente nos transporta a los momentos vividos con esa persona.
Memoria a corto plazo: es la facultad que tenemos de guardar información en un plazo de tiempo muy corto, por ejemplo: cuando nos dictan un número telefónico de siete dígitos y, mientras conseguimos donde anotarlo, tratamos de memorizarlo. Quienes poseen buena memoria a corto plazo lo recuerdan y lo apuntan sin problema.
Memoria a largo plazo: es esa capacidad que tienen algunas personas de recordar sucesos ocurridos hace muchisisísimo tiempo y, generalmente es la parte femenina de una pareja. Este tipo de memoria sale siempre a relucir en una discusión, como por ejemplo, ella dice ja dice: “hace siete años me dijiste que yo no me sabía vestir”, y uno contesta: “¡Jamás dije eso!” Y ella nos responde: “Claro que sí, estábamos en tu carro Renault azul, de placas BLK 682, de cuatro cilindros, ocho válvulas, de relación de compresión 9,7:1, de sistema de encendido estático sin distribuidor, de cilindraje 1597 y con llantas 185/65 de rin 15; tú llevabas puesto un vestido gris, medias color humo, zapatos negros, no te habías lavado el cabello ese día y masticabas un chicle con sabor a sandía”
Definan ustedes entonces, ¿Cuál es el tipo de memoria que corresponder a la parte masculina y femenina en una relación?
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